
El juicio por el desahucio de las monjas excomulgadas y expulsadas de a vida consagrada que permanecen en el Monasterio de Belorado (Burgos) ha quedado visto para sentencia este martes tras una vista oral en la que las cismáticas han defendido ser las legítimas propietarias del inmueble aunque ellas mismas anunciaran el 13 de mayo de 2024 su ruptura con Roma o —como ellas dicen— con la "iglesia conciliar" (no con la Iglesia católica). Son lo que se denomina como sedevacantistas: rechazan el Concilio Vaticano II y los papas posteriores a él, por lo que considera que la sede está vacante.
No obstante, las ocho exreligiosas demandadas han reconocido que a día de hoy ven posible que la justicia determine que han de abandonar el convento burgalés. En ese caso, las hermanas rebeldes aseguran que aún no han decidido qué haría y dónde se establecería la comunidad. Preguntadas por la posibilidad de que se marcharan todas a Asturias para continuar con su "restaurante de clausura", la exmonja conocida como sor Sion ha señalado a los periodistas que si llega el momento se enfrentarán a él y juntas decidirán lo mejor para todas.
¿Se irán a Orduña?
El gesto de la exclarisa parecía indicar que no era la opción más probable. Hace tiempo que se rumorea que las excomulgadas podrían estar planeando mudarse al Monasterio de Orduña, el cenobio que compraron pero no pagaron. Cabe recordar que inicialmente la líder del cisma, quien fuera abadesa de la comunidad durante 12 años —Laura García de Viedma (sor Isabel de la Trinidad)—, argumentó que el origen del conflicto con el Vaticano residía precisamente en un conflicto inmobiliario.
Las de Belorado tenían pensado pagar Orduña con la venta del Monasterio en desuso de Derio (Vizcaya), pero Roma decidió "bloquear" su solicitud ante la negativa de las religiosas a facilitar la identidad del comprador. Después del cisma, el primer guía espiritual de las hermanas rebeldes tras la ruptura con Roma y fundador de la Pía Unión de San Pablo Apóstol parecía estar detrás de la operación propuesta por la abadesa.
¿Y las hermanas mayores?
De hecho, se ha llegado a decir que las cismáticas ya podrían haber llevado a las cinco hermanas mayores de la comunidad, que no fueron excomulgadas y que el comisario pontificio —el arzobispo de Burgos, Mario Iceta— dejó fuera de la demanda de desahucio. Sin embargo, fuentes eclesiales cercanas al caso señalan en declaraciones a Libertad Digital que creen que no es así.
De hecho, apuntan las mismas fuentes, "eso no lo harían porque las hermanas mayores siguen siendo su mejor baza para hacer chantaje". De un tiempo a esta parte, las cismáticas mencionan a estas cinco monjas en cada intervención pública y hacen referencia a que su bienestar es una prioridad para ellas.
No será "tan fácil"
A la vista de los acontecimientos, los varapalos judiciales y la investigación abierta contra la abadesa por la venta de 1,7 kilos de oro, cabría pensar que el culebrón de Belorado podría estar llegando a su fin. El juicio ha quedado visto para sentencia y el lanzamiento ya tiene nueva fecha, el 12 de septiembre.
Sin embargo, las mencionadas fuentes —que conocen bien a las hermanas cismáticas y su forma de proceder— no creen "que se vayan a ir y sea tan fácil". En cuanto a la posibilidad de que se vayan a Orduña, lo ven "poco probable" dado el estado de deterioro del monasterio y las obras que necesita para su acondicionamiento.



