
Más de 12 años después de la muerte del cámara italiano Mario Biondo – el entonces marido de la presentadora Raquel Sánchez Silva– la Audiencia Provincial de Madrid ha admitido por primera vez en un auto la posibilidad de que el fallecimiento no fuera un suicidio. El cuerpo de Biondo fue hallado el 30 de mayo de 2013 en el domicilio que compartía con su esposa en Madrid. Hasta ahora, la justicia española había insistido en la tesis de que Biondo se había ahorcado, frente a la familia del cámara, que siempre defendió que se trataba de un homicidio.
Un auto con sabor agridulce
La periodista Lorena López Lobo ha repasado el caso en el programa En casa de Herrero, de esRadio, recordando los nuevos datos que se han conocido esta semana. Las tres magistradas que firman la resolución reconocen que existen denuncias, pruebas periciales y la resolución del Tribunal de Palermo, que en 2022 ya apuntó a una "muerte criminal" como probable causa. El auto critica que en el momento del hallazgo del cadáver no se realizaran diligencias básicas, lo que compromete la validez de la investigación original.
Sin embargo, pese a estas consideraciones, la Audiencia desestima el recurso de apelación "por ser ya cosa juzgada". La familia Biondo recurrirá en nulidad, y si es necesario, ante el Tribunal Constitucional y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Además, prepara una reclamación de responsabilidad patrimonial contra la Administración de Justicia por lo que consideran mala praxis en la investigación y en la autopsia inicial de la víctima.
Una investigación cuestionada
El criminalista forense Lluís Duque ha insistido en el programa ‘El tiempo justo’ de Telecinco en los fallos cometidos: "La Policía Científica no acudió y, si lo hizo, no hizo absolutamente nada". No se analizó el escenario, ni el pañuelo con el que supuestamente se colgó; ni se abrió el cráneo en la primera autopsia. Tampoco se detectó un golpe en la cabeza que después sí quedó reflejado en exámenes posteriores.
"El surco continuo en la parte posterior del cuello no coincidía con la pashmina; se observa una estrangulación", ha explicado Duque en el mismo programa de Telecinco. Los peritos italianos llegaron incluso a plantear la hipótesis de que pudiera haberse usado un cable eléctrico, como el de una consola, que nunca apareció.
La voz de la familia
En Italia, dos nuevas autopsias ordenadas por el Tribunal de Palermo avalaron las dudas razonables sobre el supuesto suicidio. Ahora, la resolución de Madrid, aunque mantiene el sobreseimiento, ha reforzado la determinación de los padres de Biondo, que aseguran que no van a rendirse en conocer la verdad sobre lo que le pasó a su hijo.
El análisis de Alfonso Egea
El periodista Alfonso Egea ha subrayado que el auto de la Audiencia de Madrid tiene una trascendencia inesperada, ya que por primera vez en 12 años se introduce en un documento judicial la posibilidad de que Mario Biondo no se quitara la vida. "El sobreseimiento libre es una decisión judicial que significa que el asunto queda cerrado y ya no se puede volver a reabrir. Esta decisión proviene de un juez al que le parecía tener todo lo suficientemente claro en un caso de muerte violenta. La prescripción corre durante 20 años. No entendemos a qué vino aquel sobreseimiento libre, ya que blindaba toda la investigación", ha explicado Egea en esRadio.
El periodista también ha señalado la diferencia de criterio entre los tribunales españoles e italianos: "En España están convencidos de que es un suicidio; en Italia dicen que no está tan claro. Hay muchas fuentes jurídicas que aseguran que la prensa estos días nos hemos hecho una película sobre este último auto de la Audiencia. Pero en un momento del razonamiento, en vez de citar informes de la familia, las juezas introducen una conclusión: que a lo mejor no fue un suicidio. Eso ha provocado que por primera vez un juez introduzca en un auto la posibilidad de que Mario no se quitara la vida".
Egea ha recordado además que la investigación se contaminó desde el principio: "Aquel día todo el mundo decidió que Mario se había quitado la vida. A partir de ahí, la teoría del fruto podrido: como alguien dice que es un suicidio, la Policía no viene; como la Policía no viene, no se hace investigación. La familia sostiene que la escena parece una escenificación. Si Mario eligió ahorcarse, lo hizo con el peor método posible: colgarse de una estantería llena de fotos y recuerdos donde nada se movió. Creo que como argumento es más que suficiente para pensar que a lo mejor no se quitó la vida colgándose ahí".
Por último, Egea ha insistido en que la decisión de la Audiencia marca un punto de inflexión: "Hace mucho que no creo en las casualidades. Si las juezas no introducen esa línea, los informes de la familia podrían llevar a concluir que fue un suicidio. Pero decidieron introducirlo. En el momento en que la familia lleva 12 años intentando averiguar quién mató a su hijo, ¿cómo no van a agarrarse a esa frase que tres juezas han escrito por primera vez?", ha zanjado el periodista.



