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Amando de Miguel

Sobre el lenguaje corporal

No es verdad que los gestos al hablar sean iguales para todas las personas. En las tertulias de la tele disfruto viendo cómo gesticula cada participante, con sus personalísimas formas de mover las manos o de hacer visajes.

Son innúmeras las observaciones cotidianas que podemos hacer sobre el lenguaje corporal. Los sordos captan muy bien ese lenguaje, por lo mismo que los ciegos perciben estupendamente las inflexiones de voz. A mis amigos ciegos no tengo que decirles "soy Amando" a guisa de saludo. Basta con decirles "hola" y ya saben quién soy. Lo que produce zozobra en un vidente, cuando habla con un ciego, es que nunca te puede mirar a los ojos. El ciego no es que no vea, sino que no mira. En la conversación corrientes, si el interlocutor no te mira a los ojos, mala cosa. Por lo mismo, es un rasgo de descortesía o de infantilismo mirar a los ojos de una persona desconocida; por ejemplo en un transporte público y no digamos en un ascensor.

Recibo muchos correos para aclararme el nombre de ese gesto tan latino de doblar el brazo hacia arriba y colocar la mano del otro brazo sobre la coyuntura. Se llama "corte de manga" o, para los catalanes, "hacer la butifarra". Los madrileños suelen acompañarlo de la pregunta retórica: "¿Dónde llevaba la cesta Caperucita?". Agradezco los muchos comentarios que me enseñan todas esas cosas. No estoy muy de acuerdo con los que dicen que es un gesto internacional. Puede que lo haya hecho así el fútbol, pero su origen es latino. Naturalmente, es un gesto de desprecio sumo, algo así como el deseo de que a uno le den por el culo y no le guste, claro. No debe tomarse literalmente.

           

Luis Cáceres Ruiz enriquece el diccionario de los gestos con un repertorio muy bien observado. Añado solo algunas precisiones personales:

  • Elevar ambos hombros, sacando el labio inferior o abriendo los brazos y palmas boca arriba. Indica mostrar ignorancia. Añado que más que ignorancia es que el gesticulador indica que no le importa nada lo que le dicen.
  • La risa y el llanto para indicar alegría o pena. Añado que no son gestos tan universales como parece. Por ejemplo, los japoneses se ríen y lloran de otro modo.
  • Abrir la boca indica asombro.
  • Señalar con el dedo la sien indica que el otro está loco.

En los casos anteriores y en otros muchos dudo de que sean "gestos instintivos" como supone don Luis. Antes bien, considero que son culturales, que se aprenden, a veces por simple imitación, para ahorrar palabras.

           

Precisamente, una de las limitaciones de esta comunicación a través del ordenador es que no nos vemos las caras. Por eso en el Facebook se suele añadir una foto del interlocutor. Claro que muchas veces caben dudas de que esa foto responda a la realidad. Es la misma razón por la que las antiguas cartas de los novios se acompañaban de fotos. Don Quijote pedía un retrato de Dulcinea aunque fuera del tamaño de un grano de trigo.

No es verdad que los gestos al hablar sean iguales para todas las personas. En las tertulias de la tele disfruto viendo cómo gesticula cada participante, con sus personalísimas formas de mover las manos o de hacer visajes. De esa forma se puede saber cuándo miente el que habla o cuál es su estado de ánimo. Para un español es muy difícil enfadarse o mostrarse alegre sin gesticular.

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