La trayectoria profesional de José Mourinho está llena de éxitos. Eso es incuestionable. Sería necio calificar su calidad como entrenador. Pero no estábamos acostumbrados a los gestos de euforia, de tensión, de preocupación, de las que hizo gala el otro día en Anoeta. Todo un repertorio de muecas que dejan bien a las claras qué momento vive el Madrid. Un momento de certeza total de que están a la altura del Barcelona.
La victoria por 0-1 en cancha realista fue dura. El Madrid vivió tranquilo 70 minutos de partido, pero intranquilo y con nervios durante otros veinte. Dio igual, la victoria sabe mejor si se sufre y si es fuera de casa. Eso es lo que hizo un Real Madrid que jugó a ganar, no a gustar. Así también se ganan las ligas.
Mourinho, en su cara más inusual, explotó de felicidad al terminar el encuentro. Felicitó a todos los jugadores uno por uno y saltó al centro del campo, cuando lo habitual es que se vaya antes al vestuario. Eso es lo que te hace ver que no estamos ante un Mourinho igual. No, definitivamente nos lo han cambiado. Y ese cambio tiene fecha de inicio, pero no sabemos si también de caducidad. El día en que Florentino le alabó en público se dio cuenta el técnico que, al fin, tenía el respaldo de toda la directiva. O si no de toda, sí al menos del hombre más importante.
Por eso cerró los puños sobre las doce de la noche del pasado sábado. El Madrid es líder un año después en solitario y este año el primer clásico de la temporada, el próximo 10 de diciembre, es en casa. Cuentan que durante todo el domingo varios miembros de la plantilla se intercambiaron mensajes de ánimo. Incluso el técnico, según dicen, envió más de uno a algún que otro jugador.
Mientras, en el Barcelona las cosas se arreglaron, si había algo que arreglar. 5-0 al Mallorca y triplete de un Messi que volvió a brillar. Ya están los dos grandes de la Liga los dos primeros. Pero ojo: la visita del Barça a Bilbao, el domingo que viene, tiene miga. Esa sí que es una batalla de la que tendrá que salir bien parado si quiere seguir la estela del Madrid.
Perdió el Levante, ganó el Atlético, sigue firme el Valencia, se hunde el Betis, se recupera el Málaga. Son gotas de la mejor liga europea. La nuestra. Este año nos vamos a divertir.