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Daniel Rodríguez Herrera

Stallman hipócrita (lo dice Linus)

El creador del software libre cree que tiene la obligación de decirle a los demás cómo vivir sus vidas y siente la necesidad de "difundir su mensaje" del mismo modo que las personas que llaman a la puerta, estilo testigos de Jehová, para "salvarte".

El software libre siempre ha tenido una relación problemática con la libertad. Primero en el idioma inglés, donde free significa tanto libre como gratis, lo que obligó a Stallman a especificar que era "libre como en libertad, no como en cerveza gratis", una frase ingeniosa en inglés y completamente incomprensible en español. Y segundo, y bastante más importante, en el propio Stallman, su fundación (la Free Software Foundation) y su idea de lo que es la libertad, lo que ha provocado fricciones entre él y otros gurús del movimiento, especialmente Eric S. Raymond y el creador de Linux.

De hecho, recientemente se ha formado un pequeño escándalo debido a un mensaje de Linus Torvalds en el que, según un periodista de Information Week, habría llamado "hipócritas" a Stallman y la FSF. Lo cierto es que está sacado un poco de contexto y, al contrario de lo que sucede con los deportistas cuando meten la pata, en este caso no es sólo una excusa para escurrir el bulto. Torvalds se refería a algunos de sus interlocutores en la lista de correo, especialmente un tal Alexandre Oliva; después de leer un par de mensajes suyos me entraron ganas de torturarle, de modo que no me extraña que Linus le acabara llamando de todo.

El motivo de todo esto es la publicación de la versión final de la licencia GPL3. Lo que hemos conocido hasta ahora como licencia GPL, a secas, creada por Stallman y sus cuates y que es una de las más empleadas en el mundillo, en realidad era la GPL2, pues hubo otras versiones anteriores. La importancia que tiene esta licencia, además de venir de quien viene, es que muchos proyectos licenciados bajo GPL2 venían con la coletilla de "y versiones superiores", de modo que, en la práctica, ahora que hay una nueva versión también están licenciados en ella. Pero Linux no es uno de ellos, y Torvalds ha sido bien claro especificando que lo hizo a propósito porque no quería dejar en manos de nadie que no fuera él la licencia que empleaba su sistema. GPL3 le parece peor y no quiere utilizarla. Algunos desarrolladores que colaboran con él le decían que debía cambiarla en nombre de la "libertad", y Linus les contestó que le parecía bastante hipócrita decir eso mientras querían forzarle a que no escogiera libremente la licencia que mejor le parecía.

El problema del GPL3 para Torvalds es que prohíbe lo que la FSF ha dado en llamar TiVoización, que consiste en emplear software libre para unos aparatos concretos y cumplir las reglas del GPL, que consisten en publicar los cambios que hagan al código, pero cerrando el hardware de modo que no se pueda utilizar una versión distinta a la suya en sus aparatos. A Linus eso le parece estupendo, porque lo que le interesa es el código en sí, no lo que se haga con ese código. A Stallman le parece intolerable, porque restringe la libertad de los usuarios de TiVo de hacer cambios. Sin embargo, los usuarios pueden hacer al software todos los cambios que quieran; simplemente no pueden emplear esos cambios en los aparatos de TiVo. La GPL3 lo que obliga es a dar libre acceso al hardware si sobre éste se ejecuta código con licencia GPL3.

Pero licencias aparte, lo cierto es que, precisamente por el argumento utilizado, Torvalds ha llamado hipócrita a Stallman, aunque no fuera su intención. Porque el creador del software libre ya ha declarado en más de una ocasión que se debían prohibir que las aplicaciones emplearan cualquier tipo de licencia que no fuera de software libre, y esa restricción la quiere imponer en nombre de la "libertad". Para él la libertad no es poder escoger sin coacción cómo distribuimos nuestras creaciones, sino escoger la opción que él considera correcta, porque da más opciones a los usuarios al permitirles modificar lo que otros producen. Sin embargo, los usuarios no son los creadores; no está claro por qué ha de estar su capacidad de modificar el código (libertad positiva) por encima de la decisión del programador del código (libertad negativa).

En realidad, Linus ha escrito cosas bastante más graves sobre Stallman estos últimos días. Considera que el creador del software libre cree que tiene la obligación de decirle a los demás cómo vivir sus vidas y siente la necesidad de "difundir su mensaje" del mismo modo que las personas que llaman a la puerta, estilo testigos de Jehová, para "salvarte". Stallman "literalmente te está salvando del pecado". Me parece una caracterización muy precisa del personaje.

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