
Publicada el lunes por la noche apurando al máximo el límite legal, la última encuesta de la campaña andaluza elaborada por Demoscopia y Servicios para Ok Diario muestra unas interesantísimas tendencias y, sobre todo, la posibilidad de que en el resultado final varios diputados bailen entre unos partidos u otros gracias a porcentajes ínfimos de voto.
El PP logra mejorar ocho décimas respecto al sondeo de hace cuatro días –más de un punto desde el pasado 5 de junio– y además saca oro puro de esa subida: gana cuatro escaños y llega a 47. Hace diez días los populares estaban en sólo 42.
El PSOE, de mal en peor
Por el contrario, el PSOE está siguiendo una trayectoria opuesta: pierde seis décimas en los últimos días, que ya es punto y medio desde la encuesta del pasado 5 de junio. Esa bajada les supone caer por debajo del límite de los 30 diputados, lo que en el propio Partido Socialista consideran una debacle absoluta. Por el momento ya están en 29, uno menos que hace cuatro días y cuatro menos que el día 5 de junio.
En tercera posición sigue un Vox que, tal y como refleja la mayor parte de las encuestas, ha perdido fuerza en lo que llevamos de campaña: si el pasado día 5 estaba en el 21,2% y hace cuatro días ya había perdido dos décimas ahora retrocede hasta el 20,2%. El coste en escaños no es menor: los de Olona pasan de 26 a 23, que aun así serían casi el doble de los logrados en 2018.
No obstante, un dato significativo es que la suma de PP y Vox ya llega a los 70 diputados, nada más y nada menos que quince por encima de la mayoría absoluta que en este caso es más bien absolutísima.
De hecho, la suma del voto de ambos partidos estaría muy por encima de la mitad de los sufragios: lograrían un 54,8%. Además, si añadimos a ese porcentaje el 4% que obtendría Ciudadanos –que no lograría ningún escaño– el centroderecha lograría el 58,8% de los votos, un cambio histórico en lo que ha sido el feudo histórico de la izquierda durante cuatro décadas.
La batalla de la extrema izquierda
Los dos partidos en los que se ha dividido el voto de extrema izquierda no logran beneficiarse de la catástrofe del PSOE y, de hecho, andan inmersos en su propio varapalo descomunal.
Por Andalucía, la coalición puesta en marcha alrededor de Unidas Podemos y que es el primer ensayo electoral del yolandismo, se mantiene estable en el 7,9%, casi nueve puntos por debajo del resultado que obtuvo la marca regional de Unidas Podemos en 2018. Por su parte, Adelante Andalucía, la lista liderada por Teresa Rodríguez se quedaría en el 4,9% y en sólo tres escaños.
En conjunto, en lugar de crecer a costa de los casi tres puntos que perdería el PSOE desde las anteriores elecciones la extrema izquierda perdería a su vez más de dos puntos y, al presentarse por separado, se dejaría la friolera de siete diputados.


