
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha vuelto a protagonizar un nuevo escándalo electoral en su propio partido después de ser pillado con una urna sin verificar en un Comité Federal del PSOE en 2018 para forzar unas nuevas primarias y posteriormente trascendió por medio de unos mensajes filtrados entre sus hombres de confianza Koldo García y Santos Cerdán hablando sobre un supuesto amaño de las primarias de 2014.
Sin embargo, estas prácticas antidemocráticas dentro de su propia formación no son las únicas que han trascendido, ya que un documento adelantado este viernes por Vozpópuli denuncia que las personas más cercanas a Sánchez también amañaron las primarias andaluzas de junio de 2021, en las que el candidato de La Moncloa, Juan Espadas, se impuso a la por entonces inamovible Susana Díaz.
En concreto, Sánchez habría mandado expresamente a su por entonces secretario de Organización José Luis Ábalos y al que sería su sucesor, Santos Cerdán, que hiciesen "lo que fuera necesario" para garantizar la llegada de Espadas al frente de la secretaría general del PSOE-A y así asestarle un golpe mortal –políticamente hablando— a la que anteriormente había sido su contrincante a la secretaría general en unas primarias nacionales que acabó ganando Sánchez.
Para ello, los hombres de confianza se Sánchez llevaron a cabo una estrategia de censos inflados con empleados municipales y sus familiares, presiones para decantar la balanza hacia el lado de Espadas, y el ofrecimiento de obras a aquellos ediles que cambiaran de bando abandonando a Susana Díaz. Todo ello, hizo que Espadas consiguiese, según ha incidido el ABC, al menos 800 afiliaciones ilícitas en las provincias de Córdoba, Almería y Sevilla que le ayudaron a ganar con las primarias andaluzas con el 55% de los votos y una ventaja de 17 puntos sobre Susana Díaz.
Susana denunció el fraude
Fue la candidatura de Díaz la que se percató de los procesos de afiliación similares que se produjeron entonces presentando una demanda en el Juzgado de Primera Instancia una semana antes de la votación en la que denunciaba el caso, documento que ha trascendido cuatro años después. De hecho, según afirma estos diarios, posteriormente la misma candidatura acrecentó sus dudas más tarde al constatar que hubo más procedimientos similares también en Málaga o en la agrupación socialista de La Macarena en Sevilla, donde se afiliaron 78 trabajadores de la empresa municipal de limpieza de Sevilla (Lipasam), dependiente del Ayuntamiento que entonces lideraba Espadas.
En este contexto, se dieron agrupaciones municipales socialistas que doblaron su censo electoral con afiliaciones de última hora que el Comité de Garantías del PSOE controlado por Ferraz dio por buenas a pesar de las quejas de la candidatura de Susana Díaz que acreditaban que incluso algunas de ellas se realizaron fuera de plazo. En este proceso también habría estado presente el que iba a ser adjunto a la secretaría de Organización del PSOE a partir de este sábado, Paco Salazar, que se ha visto obligado a no adquirir el cargo por haber sido acusado de "acosos sexual".
Por ello, la expresidenta andaluza instó al juzgado a suspender cautelarmente el proceso de primarias, aunque este no respondió a tiempo, por lo que no pudo conceder las medidas cautelares; por lo que Díaz habría pedido el desistimiento del proceso con el objetivo de no hacer más daño a las siglas del PSOE, cuya delegación andaluza cayó en manos de Espadas; que posteriormente fue relevado por María Jesús Montero tras perder Espadas la confianza de La Moncloa y ser la ministra de Hacienda la candidata de Sánchez.