A menos de un mes para que se celebre el juicio por la " Operación Karlos" en el que María José Campanario está imputada por haber intentado presuntamente conseguir una pensión de invalidez para su madre a la mujer de Jesulín de Ubrique se le llena la boca y grita a los cuatro vientos que tiene la conciencia muy tranquila. Afirma que sólo su familia sabe lo que ha llorado, pero que afortudamante la persona que siempre ha estado a su lado apoyándola en todo momento ha sido su marido.
Con estas palabras se presentaba ante los medios la mujer del torero, ya que ha ejercido como madrina de la dieta de la alcachofa. Reconoció que a medida que va pasando el tiempo, los nervios van haciendo su aparición aunque en varias ocasiones quiso dejar claro que estaba muy tranquila igual que su conciencia.
Que lo reiterase tantas veces da mucho en que pensar, y yo me pregunto ¿No se habrá convertido en Sor Campanario? De todas formas no hay más remedio que esperar el fallo de la justicia. No hay que olvidar que esta señora intentó conseguir una pensión de 1.200 euros para su madre cuando la señora goza de una salud envidiable, me resulta como poco, pintoresco, por no decir que hace falta tener la cara muy dura para intentar engañar de esa manera a la Seguridad Social.
No es de extrañar que diga que esté deseando que toda esta pesadilla termine cuanto antes y que los peores momentos ya los ha pasado por la condena mediática tan atroz a la que se ha visto sometida aludiendo que se han dicho muchas cosas que no eran verdad. Y desea encarecidamente no tener que pisar tanto ella como su madre la cárcel en la vida.
Defiende con uñas y dientes su matrimonio, pese a los silencios mediáticos del torero, y no ve el momento de que pase el juicio y poder vivir en paz con su familia y olvidarse de todo.
Ya falta poco para la fecha y veremos el final de la historia, aunque ésta familia siempre tiene motivos para estar como dijo mi querida Sofía Mazagatos en "El Candelabro"