Sevilla lleva varios días viviendo, como es natural, la Semana Santa, y en sus calles ya se pueden ver desde hace días caras conocidas.
Este año quien está ejerciendo de anfitrión es Luis Medina con Amanda Hearts. Todo apunta que han vuelto a reanudar esa supuesta relación, que rompieron después de la boda de su hermano Rafa en octubre pasado.
Se les ha visto paseando de la mano por las principales calles de la capital hispalense, entrando en todas las iglesias, mostrándole todos los preparativos para estos días en que la lluvia ya está jugando malas pasadas.
Es posible que la hija del magnate de la comunicación no disfrute como debería ser a causa del mal tiempo, y los pasos no puedan salir para hacer su recorrido.
La pareja decidió romper su relación casualmente después del enlace de Rafael y Laura Vecino a causa de la distancia. Una boda vendida a la exclusiva a la revista donde trabaja mamá que debe mandar mucho, porque todas las semanas si no es ella, son los niños los que están en medio, pero con Amanda se cotizaba mucho más, y eso que la pobre pasó muy desapercibida.
Se les vio en la estación de AVE, y como todo es tan casual, él llevaba en su equipaje el nombre de la tienda de ropa que tiene con su hermano. Según parece no le va nada bien, los precios son desorbitados, y la crisis está haciendo estragos.
Como viene siendo habitual en ellos y aleccionados por su madre, la gran Nati Abascal, sólo hablan para su revista de cabecera y se dejan hacer reportajes, mientras que a los demás medios no les dicen absolutamente nada y casualmente se quedan mudos. Eso sí, cuando les interesa para alguna promoción de la tienda, avisan a todo el mundo y de repente recuperan el habla. La última vez que lo intentaron, no les salió muy bien la jugada, y a esa cita no acudió casi nadie, y la repercusión mediática fue prácticamente nula....Dicen que donde las dan, las toman.
De momento la pareja ahí está, ahora falta ver el tiempo que les dura, porque el problema de la distancia sigue siendo el mismo que en meses atrás. Menos mal que el verdadero y puro amor, lo puede todo... El tiempo lo dirá.