El torero lleva más de una semana en Madrid con el fin de continuar con sus ejercicios de rehabilitación. Para ello, lo primero que ha hecho es ponerse en manos de su gran amigo el doctor Del Corral, jefe de los servicios médicos del Real Madrid. Ya le ha tratado en diversas ocasiones. Una de ella fue por una lesión que tuvo en una rodilla.
La familia entera está muy contenta por la forma en que está evolucionando de las dos fracturas sufridas en el fémur y confían en que José se recupere lo antes posible. Para ello es necesario dos horas diarias de ejercicio. Como era de esperar, quienes le acompañan en todo momento son sus hijos.
José Fernando, que hace poco más de un mes cumplió 18 años, está permanentemente pendiente de su padre. Este apoyo es fundamental para que el torero vaya recuperando fuerzas, no solo físicamente, también desde el punto de vista psicológico, que es todavía más importante.
Según comentaba hace unos días el hijo de Ortega, van a permanecer en Madrid todo el tiempo que dure la rehabilitación, y una vez terminada, seguramente regresen a la finca La Yerbabuena, lugar donde tenían fijada su residencia.
Toda la familia acude a diario a ver a José. Sus hermanos están muy pendientes tanto de él como de sus hijos desde que ocurrió el accidente.
Le están haciendo pruebas constantemente, y su evolución, aunque lenta, es buena. Lo importante es que va mejorando poco a poco.
Los trámites del accidente continúan su curso. Hace un par de días el Juez de Instrucción Nº 9 de Sevilla llamó a declarar como testigos a dos de las tres personas que llamaron al 112 alertando de la supuesta conducción temeraria de José.
Este triste tema no termina aquí. Todavía falta mucho para que todo esto llegue a su fin.