El sábado pasado en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid, David Bisbal dio por terminada su gira acústica por nuestro país, un proyecto que empezó en 2011 y que le ha llevado desde el Teatro Real al Royal Albert Hall de Londres, así como por diversas ciudades españolas.
Para este último concierto, había vendido todas las entradas. Incluso se llegaron a habilitar más butacas de patio por la cantidad de demanda. El almeriense cantó en un escenario que simulaba ser un teatro, con telón, cortinas y lámparas de araña. Además de sus músicos habituales, el artista estuvo arropado por un sexteto de cuerdas de la Orquesta Ciudad de Almería.
Aparte de sus incondicionales de numerosas nacionalidades, Bisbal estuvo rodeado por personas tan importantes para él como su hija, Ella, y el cantante Alejandro Sanz, padrino de la niña. Al artista gaditano le dedicó la canción "Sombra y luz". Y a su hija, "Mi princesa", ya en los bises. Aunque no se la vio en la pista, se supo que su novia, Raquel Jiménez, andaba entre bambalinas sin perderse el más mínimo detalle de la actuación de David.
El concierto empezó con diez minutos de retraso porque el cantante estaba siendo entrevistado en el informativo de Telecinco, cadena a la que está vinculado de alguna forma por su participación como coach en La Voz. De hecho, en el concierto participaron dos de los concursantes, Rafa Blas, el ganador, y Paco Arrojo. Con el primero interpretó el tema "Hijo de la luna" de Mecano. Y con el segundo, "Eso es amar". Y también subió al escenario Antonio Carmona a cantar con Bisbal.
El concierto fue todo un éxito y el público presente estuvo en todo momento volcado con el artista, poniéndose en pie y cantando las canciones, sobre todo las más emblemáticas, como "Lloraré las penas" o "Ave María". David Bisbal se despide por la puerta grande de España y continúa su gira por Estados Unidos.