La que fuera modelo y actriz Mar Flores tiene muy claro que no desea desvincularse del mundo de la moda. A lo largo de la conversación que mantuvimos, me comentó que está muy ilusionada diseñando bolsos, aunque todavía es temprano para que se le pueda calificar como diseñadora. Reconoce, eso sí, que el trabajo le apasiona. Lo ha hecho en colaboración con el modisto Jorge Vázquez, al que le une una gran amistad, como ella misma explicó.
Mar Flores siente que al realizar este trabajo permanece unida al mundo de la moda que tanto le gusta. Pero aparte de esa circunstancia, su trabajo también tiene un fin benéfico, que es proporcionar trabajo a mujeres insolventes de la ciudad colombiana de Cartagena de Indias.
Su faceta de actriz la mantiene ahora mismo muy apartada, no por decisión propia sino porque -como la propia Mar dice- si el trabajo para las actrices consolidadas está difícil, mucho más para ella, que no lo está. Además, la mayor parte de su tiempo lo dedica a su familia, ya que no hay que olvidar que tiene cinco hijos, uno con su primer marido, el italiano Carlo Constanza, y cuatro con Javier Merino.
Si su primer matrimonio fue un desastre, pero el segundo ha resultado todo lo contrario, ya que Javier y Mar gozan de una relación maravillosa. Una en la que, como es natural, siempre se están apoyando uno en el otro. Desde hace algún tiempo y debido a la crisis, los negocios del empresario no van tan bien como en años anteriores, y Mar siempre está al lado de su marido.
En los últimos días se le ha podido ver sola asistiendo a diferentes desfiles. Uno fue el de Jorge Vázquez, y el segundo de otro gran amigo suyo como es Juanjo Oliva. "Javier no ha venido porque dice que así no me quita protagonismo", comentó entre risas. Mar es una mujer feliz, y no puede estar más guapa.