Lina Morgan acudió al estreno de Las Leandras en el madrileño teatro Reina Victoria, donde el empresario teatral Enrique Cornejo le rindió un homenaje, en el que le hizo entrega de una placa con su nombre que estará puesto en la butaca número 1 de dicho teatro.
Lina se emocionó en el momento en que el empresario se refirió a ella con unas palabras muy emotivas, resaltando lo que representa para nuestro país su intachable carrera y sobre todo, su valía personal. "Este verano me quedo en Madrid. Mi hermana Julia está un poco delicada y yo me siento un poco sola". Lina se lamenta de no tener a nadie con quién compartir su vida y que a esta edad ya es muy difícil encontrar. En el momento de hacer éstos comentarios en su cara se reflejaba un poco de tristeza y sobre todo una gran preocupación.
No quiso hacer declaraciones sobre el juicio que le ha ganado al que fuera su hombre de confianza durante décadas, Ángel Gutiérrez, por "apropiación indebida". Con ese tema tan desagradable para ella, Lina siempre ha sido muy discreta; todo lo contrario que él, que le faltó el tiempo para acudir a programas de televisión y difamarla, pero le ha salido el tiro por la culata. Mucho más dinero le hubieran dado a ella si hubiera accedido hacer declaraciones en un plató para hablar de él, pero al final cada uno queda como lo que es. Y la Morgan es una señora. Se queja de que después de tantos años, y de ser como una familia las cosas hayan terminado de ésta forma tan desagradable, en los juzgados.
Hay que recordar que Lina es actriz y que el verdadero empresario y quien llevaba todos esos asuntos era su hermano José Luis, fallecido hace muchos años. Por ese motivo, Lina tomó la reciente decisión de vender el teatro de La Latina. "Ya no tengo fuerzas para hacer ese tipo de cosas: hay que estar muy encima". Una lástima , porque siempre ha ido unido el nombre de ese teatro tan emblemático de Madrid al de la gran Lina Morgan. Es muy triste que esas cosas se vayan perdiendo.
Lina lo pasó muy bien, en mitad de la representación le dedicaron la famosa la canción más representativa de esa revista Los Nardos, el teatro se caía en aplausos y los que acudieron le demostraron su cariño y su admiración. Para la que ha sido sin lugar a dudas, la reina de la Revista, y ella mismo lo manifestó, fue un día inolvidable.