Con el comunicado de Isabel Pantoja aún reciente, ahora se conoce que el extorero Ortega Cano podría estar viviendo una situación hasta cierto punto similar con su hijo José Fernando. Todo ello en un momento en el que Ortega debería estar feliz por su unión con Ana María Aldón y afrontando la crianza de su primer hijo biológico, José María.
Según La Otra Crónica, la relación de ambos, padre e hijo, apenas existe. No se hablan, y Ortega Cano está cada vez más preocupado por el estilo de vida de su hijo adoptado, que lleva dando problemas y generando titulares desde hace tiempo debido a su errática conducta. José Fernando tampoco contesta las llamadas del resto de la familia, algo que contrasta con la actitud de su hermana Gloria Camila, que es poco menos que excelente.
La última gamberrada ha sido robar un teléfono móvil de un coche, y ya ha sido denunciado por ello. Su tío y hermano de Ortega, Paco, se lamenta de la conducta que José Fernando ha elegido llevar: "No es culpa nuestra que el niño no se quiera centrar", asegura. Y en medio de todo esto, la familia está a la espera del recurso a la sentencia que condenó a Ortega Cano a dos años y medio de cárcel por el accidente que mató a Carlos Parra.
Mientras tanto, se suceden las aventuras de José Fernando con chicas de alterne y otras juergas nocturnas, publica el diario. Un estilo de vida en el que el joven, evidentemente, va malgastando el dinero de la herencia de Rocío Jurado, un millón de euros que le permiten vivir sin trabajar... pero que van menguando poco a poco. El proyecto hostelero que su padre le ofreció desarrollar se quedó en el camino, mientras José Fernando gasta el dinero en alcohol y en clubs de alterne.
José Fernando, en definitiva, se niega a buscar un empleo y trata de evitar vivir bajo el techo de su padre y sus normas. ¿Entrará en razón o seguirá hasta agotar el dinero de su madre?