Kiko Rivera ha vuelto al trabajo tras disfrutar de sus últimas vacaciones de soltero en Ibiza junto a su prometida y madre de su hija, Irene Rosales y un grupo de amigos.
El Dj ha regresado a la capital para cerrar algunos compromisos de trabajo, ajeno a la polémica sobre su elevado nivel de vida a pesar de que las deudas le acucian.
Será el próximo 7 de octubre cuando Kiko Rivera e Irene Rosales se darán el sí quiero. Entretanto la pareja ha disfrutado al máximo de sus últimas semanas de solteros, viajando a Ibiza y disfrutando de unas inolvidables y carísimas vacaciones.
Esta situación le ha acarreado innumerables críticas. Al parecer sus ingresos se han reducido considerablemente. Además estaría atravesando un delicado momento financiero debido a sus deudas con el fisco. Si bien es cierto que posee algunos inmuebles, sobre ellos pesarían medidas cautelares a la espera de saldar las cantidades que adeuda a Hacienda.
"La situación de Kiko Rivera en estos momentos, económicamente y financieramente, es muy complicada porque tiene embargadas sus dos principales propiedades", aseguraba Juan Luis Galiacho.
A su llegada a Madrid en compañía de un amigo, Kiko Rivera evitó pronunciarse sobre sus vacaciones de lujo en Ibiza. Tampoco quiso comentar nada a cerca de su esperada boda ni sobre la aparición sobre los escenarios de su madre, Isabel Pantoja después de su salida de prisión.