Valiente y sincera se ha mostrado Carmen Porter, presentadora de Cuarto Milenio, en una entrevista que ha ofrecido a la revista TP. Aunque hasta ahora había narrado aspectos de su vida privada junto a su marido Iker Jiménez, pero siempre había callado un duro trauma que le marcó desde su infancia.
Al parecer, Carmen fue víctima de un secuestro cuando era pequeña: "Fue un verano, en Madrid. Mi madre estaba embarazada de ocho meses, yo iba en el carrito y un hombre me cogió en brazos y salió corriendo. Unos chicos que vieron la escena salieron corriendo tras él, que me soltó y huyó en el Metro. No dimos con esa persona ni supimos qué pasó. Fue un trauma", narra en la publicación.
Un hecho que propició que su criara como una niña muy miedosa que no tardó en coger el gusto a lo paranormal: "Era miedosa con todo, pero sobre todo la oscuridad. Por eso, mi madre siempre me dice que nunca se hubiera imaginado que me dedicara a la investigación de fenómenos paranormales", declara en la revista TP.
Además, también ha marcado su relación con Alma, convirtiéndola en una madre muy protectora. Razón por la que se niega a tener más hijos: "Si fuera por Iker le daríamos 5 hermanos más, porque él fue hijo único. Pero no lo veo. Además, el de Alma fue un parto complicado y eso también influye".