Tamara Falcó reapareció este jueves en televisión convertida en marquesa de Griñón después de heredar el título por expreso deseo de Carlos Falcó. Tras un proceso complicado que se ha alargado durante meses, la hija de Isabel Preysler ha podido cumplir la voluntad de su padre, fallecido el pasado mes de marzo a causa del coronavirus. Así lo contó a Pablo Motos en su regreso como colaboradora en el programa de Antena 3 donde dio la "buena noticia" junto a sus compañeros Juan del Val, Nuria Roca y Cristina Pardo.
"Soy semimarquesa. Ya se ha publicado en el BOE. Solo falta que lo pongan bonito y lo firme el Rey", explicó. Pablo Motos le pregunto cómo debían dirigirse a ella a partir de ahora, a lo que Tamara respondió con la naturalidad que la caracteriza: "Yo pensaba que era excelentísima, pero dice mi madre que es ilustrísima. Excelentísima es ella, siempre ha habido clases", bromeó.
Después de un duro año para la colaboradora, en el que no solo ha vivido la muerte de su padre, sino también el fallecimiento de su cuñado Jaime Carvajal y de su tío Fernando Falcó, comienzan a llegar las buenas noticias a su vida y, tras convertirse en uno de los fichajes televisivos más cotizados a raíz de su paso por Masterchef Celebrity, también ha comenzado una relación con el diseñador Iñigo Onieva.
Hace unos días, Tamara tuvo que responder a las acusaciones de haberse saltado el toque de queda impuesto en Madrid hasta en dos ocasiones junto a su nueva pareja. La marquesa de Griñón reconoció que, efectivamente, lo había hecho y pidió perdón por ello. Esta semana, señalada por lo mismo, ha querido zanjar el tema: "Las redes sociales son un trabajo. Tenía que desplazarme a hacer una fotografía", dijo con semblante serio. "La otra vez reconocí mi error y pedí perdón, pero ahora es llover sobre mojado porque estaba justificado".