Tamara Gorro ha sido intervenida este martes tras someterse a numerosas pruebas médicas para conocer la razón de su notable pérdida de peso en los últimos meses. Aunque en principio se pensó que su separación de Ezequiel Garay influyó en su cambio físico, lo cierto es que Tamara ha tenido que entrar al quirófano debido a un problema con la vesícula.
Desde la cama de un hospital y disculpándose con su "familia virtual" por no haber dicho nada hasta ahora, Tamara confesó que le daba "vergüenza" contarlo porque "hoy me pasa una cosa y mañana otra". "Sabéis que llevo con problemas digestivos muchísimo tiempo. Mi pérdida de peso desde que estoy enferma no ha sido solamente por la enfermedad mental que tengo, sino también porque cada cosa que ingiero, la vomito". Esto podría deberse a que su vesícula está "muy pequeñita y engrosada".
Por ello, y después de someterse a "muchísimas pruebas", el equipo médico ha tomado la determinación de extirpársela, ya que "creen que van a solucionar el problema quitándola". "En el caso de no solucionarlo, me evitará problemas en un futuro lejano, así que lo que los médicos digan", explicó, intentando ponerle sentido del humor a su paso por quirófano: "Desde 2020 con el tumor no la había pasado y oye, tenía que pasar la ITV".
"No es el mejor momento para operarme, no me viene bien pero tengo que hacerlo", admitió, aunque cuenta con el apoyo de su familia. Tamara enseñó los dibujos que le han hecho sus hijos para darle ánimos ante su operación y bromeó con que "la parte positiva" de este serio contratiempo de salud "es que voy a dormir ahora con la anestesia general".
"Os quiero mucho, va a salir todo perfecto y que me perdonéis por no contarlo hasta ahora, pero no sabía que yo tuviera tanta importancia... Me voy a quirófano, os quiero, adiós", se despidió visiblemente emocionada.