
¿Cómo es que Manuel Benítez "El Cordobés" cedió a abrazar públicamente a Manuel Díaz, del que hace ya años venía siendo conocido como "el presunto hijo" de aquél? ¿Por qué se oponía el llamado V Califa del Toreo, en otro tiempo motejado como "El Renco" y "El Pelos", a reconocerlo, aun cuando un juez así lo determinara como hijo tras unas contundentes pruebas de ADN? Interrogantes que se han venido barajando en las últimas semanas sin que ninguno de los protagonistas respondieran a ellas, aunque Manuel Díaz sí que , sin abundar mucho, dijera que ha sido para él un ángel la que ha posibilitado ese anhelado encuentro. ¿Cuál es la verdadera identidad de esa mujer?
No es ninguna novedad que se considerara a Martina Fraysse, esposa de Manuel Benítez hasta su separación hace seis años, la principal defensora de que el veterano torero de Palma del Río no reconociera a Manuel Díaz. Es fácil comprenderla. Protegía los derechos de sus cinco hijos, la herencia que les correspondería en el caso de desaparecer el cabeza de familia. Siempre dijo Manuel Díaz que no quería dinero alguno, que renunciaría a esa hipotética herencia que legalmente le beneficiara en parte. Aun así, Martina parece ser que no cedía, aunque públicamente no salió de sus labios declaración alguna. Y ni siquiera ahora, ya separada, ha querido manifestarse.
En el entorno de Manuel Benítez hacía décadas que la existencia de Manuel Díaz no era un secreto. Su madre, María Dolores Díaz González, le había confesado a este último que su padre era aquel famoso torero. Y que lo tuvo en brazos siendo un bebé de quince meses. Varios encuentros se sucedieron en el madrileño hotel Wellington, donde Benítez se hospedaba. Y allí, incluso, dejó en su "suite" a "Marijose", como llamaba a aquella, durante varias semanas, en tanto él iba a cumplir sus muchos contratos. Hasta que ella se cansó y allí mismo, en la cafetería de ese hotel en la calle de Velázquez, conoció a un delineante, José Oñate Fernández, del que se enamoró, yéndose a vivir con él siete meses más tarde. María Dolores contaba veintiún años, pensaba en su futuro, no tenía apenas dinero, salvo el que de vez en cuando le proporcionaba "El Cordobés". Así es que optó por su convivencia con Oñate y en los años que les duró la unión tuvieron cinco hijos. Manuel Díaz siempre se llevó bien con ellos, sobre todo con su hermano más cercano, Chema, que ejerció de su más directo ayudante y confidente de su carrera taurina. Hasta que tomó la alternativa, ganó dinero para comprar en Almería una casa para su madre y ayudar a los que siempre quiso como hermanos.
El resto de la biografía de Manuel Díaz es harto conocido. Y él mismo lo contó en un libro. Hace más o menos un año en CHIC nos hicimos eco del rumor de un encuentro entre padre e hijo. Ahora aquel ha revelado que, efectivamente, el 19 de marzo de 2022, Día del Padre, se vieron, se abrazaron. Hasta este mes de febrero pasado, cuando ya se ha divulgado en todos los medios de información el reencuentro de ambos tan feliz.
Y quien se supone ha sido muy importante para que Manuel Benítez tomara tal decisión no ha sido otra que su actual compañera, María de los Ángeles Quesada. Llevan juntos desde 2016, cuando ya el veterano torero había roto definitivamente con su esposa, la francesa Martina Fraysse. Residen en "Villalobillos", la finca más querida de las que ha tenido Benítez. En ella estuve varias veces. Significó siempre para él un símbolo de su dura carrera hasta hacerse millonario (se le calcula últimamente un patrimonio superior a los trescientos millones de euros), y además está en el término municipal de Palma del Río, su lugar de nacimiento, donde viviera su infancia, adolescencia y parte de su juventud en una humilde casa, y para alimentarse, recurría a robar algunas gallinas y cuanto pudiera.
La citada María de los Ángeles Quesada conocía a Manuel Benítez hacía muchos años. Trabajaba como jardinera. Se casó con un picador de toros, que iba en la cuadrilla de aquel. Enviudó. Y fue después cuando rehízo su vida con "El Cordobés" padre, para entendernos. Diario de Sevilla ha recordado que en 1982, teniendo María de los Ángeles sólo veinte años y al parecer, atravesando penurias en su casa familiar, todavía soltera, se alió con un amigo para perpetrar un robo en una de las propiedades de "El Cordobés", "La Mata". Se dice que allí esa pareja sustrajo joyas y una cantidad de dinero, cifrada en cien mil pesetas. Desconocemos lo que sucedió después y qué actitud tomó Manuel Benítez al conocer ese suceso. Han transcurrido cuarenta y un años, seis desde que éste y María de los Ángeles han unido sus vidas, de momento sin papeles de por medio. Y Manuel Díaz, que a lo mejor decide ya apellidarse Benítez, ha dicho que esa mujer, es un ángel para él. Hace, si es así, honor a su nombre.
A última hora se asegura que Manuel Benítez El Cordobés quiere reunir a todos sus hijos, incluido Manuel Diaz, en una comida familiar el próximo 19 de marzo, Día del Padre. ¿Invitará tambien a su reconocida hija Mari Ángeles? Y lo que es más sorprendente: el diestro, que ya es sabido cumplirá ochenta y siete años el 4 de mayo, desea este verano reaparecer en los ruedos en un festival benéfico en el que también intervendrían sus dos hijos matadores de toros, Julio Benítez y Manuel Díaz.