Laura Valenzuela, la estrella que renunció a la fama por amor a su familia
La actriz y presentadora ha fallecido este viernes a los 92 años en el hospital madrileño de la Princesa acompañada por toda su familia. Recordamos su figura televisiva.
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Ha muerto una de las actrices y presentadoras más queridas de nuestro país: la mítica Laura Valenzuela. De ella se podía su elegancia y su simpatía, pero sobretodo el profundo amor que sentía hacia su familia y especialmente hacia su hija Lara Dibildos y sus dos nietos.
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Modelo alta costura durante su juventud, presentadora en la pequeña pantalla y después, actriz, Laura Valenzuela está en el imaginario colectivo especialmente por ser una de las caras más visibles del comienzo de las emisiones de Televisión Española en el año 1956. Fue en aquellos improvisados estudios del madrileño Paseo de la Habana donde se convirtió en pionera de la televisión de nuestro país.
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Aunque nació bajo el nombre de Rocío Espinosa López, decidió adoptar el sobrenombre de Laura Valenzuela con el que se dio a conocer. De hecho pocas personas de su entorno conocían su nombre real. Sus padres vivían en Sevilla cuando ella vino al mundo y con solo un año se trasladó a Madrid. Ya desde muy joven se presentó a pruebas para trabajar en las primeras emisiones de RTVE por recomendación del actor José Luis Ozores.
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Cuando llegó a aquellos estudios de aquella televisión en ciernes, los productores enseguida se enamoraron de su sonrisa y su simpatía. Al encender la cámara, Laura Valenzuela era todo luz, todo frescura. Lo que necesita la televisión de nuestro país en aquellos años. Fue contratada con un horario de tres de la tarde a doce de la noche y con un sueldo de trescientas ochenta pesetas.
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Fue una de las caras más habituales de la cadena pública hasta que un año después comenzó a interesarse por el mundo del cine. Con pequeños papeles había aparecido hasta entonces en cuatro o cinco películas, la primera de ellas en el año 1953, El pescador de coplas, protagonizada por Marijita Díaz, Vicente Parra y Tony Leblanc.
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Su encuentro con José Luis Dibildos fue el detonante de que salida de la pequeña pantalla. El guionista y productor cinematrográfico le ofreció papeles de mayor lucimiento, lo que se traducción en películas como Luna de verano, Los tramposos, La fiel infantería, todas de finales de los años 50. Más tarde llegarían otras como las coproducciones, Madame Sans-Gene, con Sofía Loren, y El tulipán negro con Alain Delon.
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Once años después de comenzar su noviazgo con José Luis Dibildos, en septiembre de 1971, nació su única hija Lara. Unos meses antes, concretamente el 27 de marzo del mismo año, Laura Valenzuela se casó con el director. Él no podía contraer nuevo matrimonio al estar ya casado, aunque llevaba años separado de su primera mujer.
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Tras su boda con José Luis Dibildos el 27 de marzo de 1971 y el nacimiento apenas seis meses después de su hija Lara, decidió dejar su profesión. El amor por su familia pesó más que la fama. No obstante, su retirada solo fue temporal y con la llega de la televisiones privadas, casi veinte años después, fue fichada por Telecinco donde estuvo hasta 1994.
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En 1996, veinticinco años después de su salida, regresó a Televisión España para presentar junto a su hija Lara el programa Mañanas de Primera y unos meses después Entre tú y yo. Tras la cancelación de estos espacios sus apariciones en televisión se vieron reducidas. La última vez tuvo lugar el 7 de diciembre de 2006 cuando regresó a TVE para presentar la Gala por el 50 aniversario de Televisión Española junto a Anne Igartiburu y Paula Vázquez.
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En 1998 nació Fran, nieto mayor de Laura y ojito derecho de su abuela. Fue fruto de la relación de su hija Lara con el jugador de baloncesto Fran Murcia. Años después, en el año 2007, nace su segundo nieto nacido de la relación de su hija con el jinete Álvaro Muñoz Escassi. Junto a ellos ha formado una familia que siempre ha cuidado y ha protegido. Solo había que escuchar a su hija y a sus nietos hablar de ella, con tanto cariño y admiración.
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