A su llegada a la Plaza de España, Felipe VI fue recibido bajo la lluvia por una compañía de la Agrupación de Apoyo Logístico 21, con base en el Cuartel de Torreblanca, situada en la capital andaluza. Tras recibir los honores militares, el rey se dirigió al interior del cuartel, donde participó en una serie de reuniones con mandos militares y personal de la Fuerza Terrestre, cuya sede en Sevilla coordina las actividades operativas y logísticas del Ejército en toda la Península.
El monarca llegó a Sevilla en helicóptero por la mañana, y a las 12:00 del mediodía, comenzó su agenda oficial con una reunión en el búnker del Cuartel General, una instalación estratégica que está conectada con los tres principales cuarteles de la Fuerza Terrestre en la Península: en Burgos, Huesca y La Coruña, este último destinado al apoyo logístico de la Marina.
Durante su encuentro con los responsables del Ejército, Felipe VI pudo conocer los detalles operativos y los planes de acción de la Fuerza Terrestre, así como los desafíos que enfrentan las unidades desplegadas en distintas partes del país. La visita al Cuartel General también incluyó una revisión de los proyectos de modernización y la infraestructura militar, que incluyen nuevas tecnologías para mejorar la interoperabilidad de las fuerzas armadas.
Esta es la primera vez que el rey Felipe VI realiza una visita oficial a este cuartel, uno de los más importantes en el ámbito militar de España, lo que refuerza su compromiso con las Fuerzas Armadas y su cercanía con los mandos del Ejército. La visita se enmarca en una serie de actos programados por la Casa Real para seguir consolidando el contacto con diferentes ramas del Ejército, en especial con la Fuerza Terrestre, que desempeña un papel clave en la seguridad nacional.
La jornada de trabajo concluyó con un recorrido por las instalaciones, durante el cual el rey intercambió impresiones con los oficiales y mostró su apoyo a las labores que realizan las fuerzas armadas en defensa de la soberanía y la seguridad del país.