Antoni Gaudí fue un arquitecto español que vivió y trabajó en Barcelona durante la mayor parte de su vida. Gaudí y Barcelona son inseparables y eso se nota en muchos rincones de la ciudad condal. El arquitecto catalán es conocido por sus edificios únicos y elaborados que combinan elementos de la arquitectura modernista con influencias de la naturaleza. Algunas de sus obras más famosas en Barcelona incluyen la Sagrada Familia o el Parque Güell.
Otros referentes del genio catalán fueron la Casa Batlló y la Casa Milà, edificios residenciales que Gaudí construyó en el Paseo de Gracia, una calle conocida por sus edificios modernistas y en la actualidad por ser una de las avenidas más caras de Europa, donde se concentra la mayor parte de las tiendas de lujo de toda Barcelona. Ambos edificios son reconocidos por su diseño y por sus detalles únicos, como las ondulaciones en las fachadas y las ventanas en forma de ojos.
Gaudí también diseñó parques y jardines en Barcelona, como el Parque Güell, que está lleno de esculturas y construcciones coloridas, un atractivo ideal también par ir con los más pequeños.
Un itinerario manejable y ameno para visitar el legado de Gaudí en Barcelona es posible hacerlo en dos días, visitando tres de sus lugares más representativos y dejando algo de tiempo libre para pasear por la ciudad, el casco histórico y el barrio Gótico, sin dejar de disfrutar su paseo marítimo.
El Parque Güell, modernismo en medio de la naturaleza
El parque Güell (parc Güell en catalán y Park Güell en su denominación original) es un parque público con jardines y elementos arquitectónicos situado en la parte superior de la ciudad de Barcelona, en las estribaciones de la sierra de Collserola. El parque se halla en la ladera sur del monte Carmelo (barrio de La Salud, en el distrito de Gracia) y colindante a la ladera norte donde se encuentra el parque del Carmelo (barrio de El Carmelo, del distrito de Horta-Guinardó). Construido entre 1900 y 1914, fue inaugurado como parque público en 1926.
En 1900, cuando se inició la construcción del Park Güell, Barcelona era una metrópolis moderna y cosmopolita que basaba su economía en la potencia de su industria y que superaba el medio millón de habitantes. Ya hacía casi medio siglo que se habían derribado sus murallas y la ciudad nueva, el Ensanche proyectado por el ingeniero Ildefons Cerdà, había crecido de manera espectacular a partir de 1860. Fue la mayor operación urbanística del siglo XIX en Europa.
Uno de los puntos más destacados del Parque Güell es la famosa escultura de mosaico de dragón, que se encuentra en la entrada principal. También hay un sinfín de esculturas, fuentes y jardines con formas y colores sorprendentes.
Además de su belleza arquitectónica y paisajística, el Parque Güell es un lugar perfecto para relajarse y disfrutar de un día agradable al aire libre. Hay áreas con bancos y mesas donde se puede sentar a disfrutar del paisaje y del buen tiempo. Es curioso descubrir en medio del Park Güell se encuentra la gran explanada que la documentación del proyecto denominaba Teatro Griego y que más recientemente ha sido rebautizada como Plaza de la Naturaleza.
La Sagrada Familia
Pasear por Barcelona sin toparse con la Sagrada Familia es casi imposible. Este edificio, referente mundial de la ciudad, es una basílica católica en la que Gaudí trabajó durante más de 40 años de su vida. Aunque todavía no está completamente terminada, es una de las atracciones turísticas más populares de Barcelona y ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Por supuesto merece una visita, con audio guía si es posible, para poder seguir al genio que fue Gaudí que expresó a través de su arquitectura en esta maravilla de diseño. Es muy recomendable reservar las entradas con antelación, sobre todo para evitar colas innecesarias y poder organizar mejor la hora de llegada. Hay varias formas de reservar las entradas, ya sea con su web o a través de plataformas especializadas como Tiqets.
Para niños hay una audioguía que hacen una narración adaptada para niños de entre 6 y 12 años de forma fácil y divertida. La duración es de 40 min aproximadamente.
La Sagrada Famila fue un proyecto impulsado por y para el pueblo, y ya son cinco generaciones las que han ido viendo la evolución del templo en Barcelona. Actualmente, con más de 140 años desde la colocación de la primera piedra, la Basílica sigue en construcción.
Como curiosidad, una exposición interesante para los más pequeños es la compara la naturaleza con la geometría para conocer las raíces de la arquitectura orgánica empleada por Gaudí en sus obras como el Templo Expiatorio de la Sagrada Familia. En ella se pueden ver imágenes comparativas de los reinos animal, vegetal y mineral, acompañadas de objetos, maquetas y plantas vivas que Antoni Gaudí estudió y trasladó a su arquitectura.
La Casa Batlló, un mundo interior por descubrir
La Casa Batlló es un reflejo de la plenitud artística de Gaudí: pertenece a su etapa naturalista (primera década del siglo XX), periodo en que el arquitecto perfecciona su estilo personal, inspirándose en las formas orgánicas de la naturaleza,
Situada en el número 43 del paseo de Gracia, fue un encargo que Josep Batlló i Casanovas, un empresario textil vinculado a la familia Godó, hizo a Antoni Gaudí. La Casa Batlló forma parte de la conocida como "manzana de la discordia", el tramo del paseo de Gracia situado entre las calles Aragó y Consell de Cent.
Algunos de sus rincones más emblemáticos son: la inspiración del genio. Se trata de una sala inmersiva con más de 1.000 pantallas, 21 canales de audio que recrean sonidos de la naturaleza y 36 proyectores. Otro es la azotea del edificio es un espacio donde se puede contemplar de cerca el lomo del dragón que corona la fachada y los cuatro conjuntos de chimeneas, recubiertos del célebre trencadís.
En cuanto a la decoración, toda fue elaborada enteramente por Gaudí, que diseñó tanto el mobiliario como los diversos elementos decorativos que jalonaban la vivienda. El espacio más relevante era el salón principal, con un techo en forma de cielo raso de formas helicoidales en relieve, y donde destacaba el gran ventanal de la tribuna que daba al paseo de Gracia, decorado con vidrieras en forma de disco de diferentes colores.
Al igual que en la Sagrada Familia, es casi imprescindible recurrir a la audio guía para seguir al dedillo todos los detalles (que son muchos) de la casa. En temporada alta y en fin de semana casi siempre hay cola para poder entrar a la visita, es por ello que realizar la reserva de la hora de visita con anterioridad es la mejor manera de evitar inconvenientes. De la misma forma que el resto de los lugares de la Barcelona de Gaudí, es posible realizar la reserva con webs especializadas como Tiqets, o en la propia web de cada atracción.