
Fogata es el nuevo asador argentino en pleno barrio de Chamberí –calle de Orfila, 7– que te ofrece los cortes de carne tradicionales como el ojo de bife o la entraña además de una chuleta de vaca rubia gallega. Toda una declaración de intenciones para los amantes de la parrilla y que en esta casa se cuida de forma extraordinaria.
Martín Loeb, natural de Buenos Aires, es el artífice de dar vida a este concepto tan extendido y que tan buen acogida tiene en Madrid. Y encima añade a su apuesta gastronómica la coctelería del gran Diego Cabrera, uno de los mejores cocteleros del mundo.
La carta de Fogata está llena de guiños a la gastronomía española e una fusión con la argentina que eleva la propuesta culinaria de este templo de la carne que cuenta con los mejores proveedores que puedes encontrar a un lado y otro del Atlántico. Para las carnes argentinas se sirven de Pampeana Argentina y para las españolas de Discarlux, de quienes ya os hablé en este amplio reportaje en Libertad Digital.
Una carta sencilla pero intensa con entrantes, principales y verduras y ensaladas. De esos entrantes, destacan la empanada de queso y cebolla (4€) y la empanada de carne criolla (4€). Tampoco te puedes perder una pareja que no falla ni se separa, el matrimonio de morcilla y chorizo criollo (16€), perfectamente asados en la parrilla y con los que saboreas el producto de primera calidad.
Fogata es un local amplio con dos alturas. De su interiorismo se ha ocupado la arquitecta Alejandra Pombo, quien escogió el Travertino y la piedra de Jerusalén que combinan con materiales cálidos, como la madera, en todo el espacio.
La iluminación, buscando siempre la intimidad, baja y a la luz de las velas en la parte central de la sala. En la entrada, una amplia barra para disfrutar de los cócteles y donde no se admiten reservas.
Carnes y coctelería
Y si vienes a esta casa es para comer carne, aunque tienen la opción de verduras a la parrilla, un risotto de setas con parmesano y una lubina entera a la brasa o pescado del día según el mercado.
Pero lo dicho, es hora de coger el cuchillo e hincar el diente a una de las piezas que elegimos y que es de las más representativas. El ojo de bife (36€), perfecto de punto, de textura y con el sabor de las brasas. Además, lo acompañamos de ensalada de rúcula, tomatitos, parmesano y croutones de laffa (10€) y patatas fritas (7€).
Además de este corte, cuentan en carta con entraña, bife de chorizo, chuletón madurado 1kg, kofta de cordero, milanesa con puré de papas, "La verdadera milanga" milanesa fugazzeta, con cebolla, queso mozzarella y orégano o la milanesa a la napolitana. Y de postre, un espectacular flan con dulce de leche y nata.
En el concepto de Fogata, alejado de formalidades y protocolos, la coctelería tiene un protagonismo esencial, al igual que la música. Una gran barra junta a una zona de mesas bajas reciben al comensal, y una carta de cócteles clásicos diseñada como te decía por Diego Cabrera y de la que probamos un tradicional Bloody Mary (12€) con Vodka Absolut Elyx, zumo de lima, salsa worcester, sal, pimienta negra, tabasco y zumo de tomate; y un The Spicy (13€) con Mezcal, Chartreuse, zumo de lima, piña y sirope de jalapeño.
La carta de vinos cuenta con referencias nacionales y argentinas de bodegas reconocidas y otras de pequeños productores. Nosotros regamos el menú con un vino tinto D.V. Catena de Mendoza y uva Malbec, elaborado por las Bodegas Catena Zapata.
El ticket medio del restaurate es de 40€ pero el menú que os he contado y que es para 2 personas cuesta 45€ por persona y es muy recomendable. Además la ubicación es perfecta para comer a diario en horario de trabajo, para el afterwork de la tarde y para disfrutar los fines de semana.
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