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Katy Mikhailova

La ruina británica y las ratas de Vogue

Gran Bretaña arruina su moda con el Brexit. Y además, prohiben los filtros de Instagram a las marcas e influencers.

Gran Bretaña arruina su moda con el Brexit. Y además, prohiben los filtros de Instagram a las marcas e influencers.
Se complica el trabajo de las influencers | Gtres | Gtres

Llevo meses altertándoles (dos columnas en concreto) de la campaña anti-filtros-instagram. Desde las denuncias que reciben ciertos filtros de IG que Facebook se ve obligado a vetarlos (y que a los meses vuelven a reponerse por otros usuarios) hasta las niñas adolescentes que sufren dismorfia y que no se aceptan en el espejo si no hay una modificación facial propia del filtro (les recuerdo: el filtro le transforma la cara como si por el quirófano hubiera pasado). 

Pues bien: Gran Bretaña es noticia en la moda esta semana por doble partida. La primera, por prohibir el uso de dichos filtros a las influencers y a las marcas que las contratan; la segunda, porque han salido a la luz las cifras económicas que concluyen que el Brexit y la pandemia está asfixiando al sector textil en el país. Entre la subida de las tarifas y la prohibición de viajar al país, todo ello trae consecuencias graves para este sector, pero nadie quiere asumir responsabilidades. Londres culpa a Bruselas, y viceversa, mientras la economía se va hundiendo en silencio. Verán en junio en España… Y entretanto, nos enteramos este semana de que los rusos importan un negocio de supermercados “para pobres” (que empieza en Andalucía con vistas a moverlo a Madrid, Murcia y Valencia), bajo la marca Mere (como publicaba ABC esta semana), y a mí sólo se me ocurre refugiarme en Miami, del frío, del pre-Comunismo que se nos avecina en Europa y otros desastres de la naturaleza. 

Porque hablando de medioambiente, no me negarán que no les impacte la invasión de las ratas negras en Madrid. Lo que no saben ustedes (pues dudo mucho que compren ‘la Vogue Italia’) es que en el número de enero de este mismo año hay un editorial de moda en donde una modelo posa con 2 ratas en su brazo, una blanca y otra negra (hablo de las ratas); y en otra imagen, la negra (la rata) posa en su cabeza. ¡Todo glamour, pero con ratas! Con semejante destrozo de la estética, y reto a la industria del lujo y tentando el arte (mientras se roza la estupidez), podemos concluir que no sólo Los Simpsons predicen con frecuencia lo que ocurre en el planeta Tierra: ‘la Vogue Italia’ también lo hace, y en este caso concreto ha predicho el desastre de los roedores en la capital.

Por desarrollar lo de los filtros, matizaré que la ASA (Advertising Standards Authority), el órgano de autocontrol publicitario de Gran Bretaña no es que haya decidido prohibir los filtros de belleza como tal entre usuarios anónimos, sino que la medida se centra en las influencers (e ‘influeheces’, como acuñó mi buen compañero de carrera, hoy la nueva estrella de Sálvame, Miguel Frigenti). Influencers o ‘influheces’, no importa, pero sí si el contenido es patrocinado por una marca de belleza. Publicidad engañosa es lo que tratan de evitar. Sobre todo si dicha marca pueda obtener potencialmente un beneficio a base de "confundir" con dicha publicidad, filtro influencer en Instagram mediante. Hipocresía máxima, pues la publicidad se lleva nutriendo de edición de fotografía desde siempre… de Photoshop, básicamente. Por esta regla de tres se debería prohibir el uso de las técnicas de retoque fotográfico, de maquillaje, de fajas reductoras, y de iluminación en todas las campañas de publicidad de moda y belleza en donde precisamente esta última, la belleza, se vea “mejorada”. 

Con las pasarelas cerradas desde hace más de un año, sobre la economía de Gran Bretaña, tema más serio, he de destacar que el sector de moda factura 40 mil millones de euros cada año en el país, generando más de 1 millón de puestos de trabajo. Así que la modelo Twiggy y Lebon han escrito una carta ‘abierta’ a Boris Johnson pidiendo ayuda. 

Con todo esto y más, prepárense, que en España vienen curvas. El drama sólo acaba de arrancar y poco a poco estamos tomando consciencia (con lentitud y silencio). ¡Feliz sábado! 

En Chic

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