Todas las personas conviven a diario con billones de microorganismos y bacterias tanto en el hogar, como en el transporte e, incluso, en las oficinas. Pero, ¿son peligrosos estos organismos? ¿Hay que preocuparse? No hay que preocuparse ya que la mayoría de los microorganismos o microbios, en general, seres vivos invisibles como bacterias, virus, hongos... son inocuos, aunque es cierto que pueden provocar enfermedades en algunos casos concretos.
Hay que recordar que son organismos que no se ven a simple vista. De hecho, esas bacterias, virus y otros microorganismos, están en todas partes. Aunque la mayoría de ellos no son dañinos, una pequeña parte pueden resultar incómodos si son virales o bacterianos. Cuando un microorganismo inocuo prolifera con demasiada profusión y coloniza un nicho, lo más habitual es que genere malos olores.
Por todo ello hay que tener en cuenta que, en una casa, existen varios lugares donde los microbios proliferan debido a la humedad, los restos de comida o el constante contacto con personas y mascotas. Conocer estos focos de contaminación es esencial para mantener una higiene adecuada y reducir el riesgo de infecciones. Algunos de los lugares más contaminados de una vivienda pueden sorprender, ya que muchos pasan desapercibidos en la limpieza diaria.
Zonas de la casa con más microorganismos
Es más que evidente que a los habitantes microscópicos de las casas les encantan los lugares en los que la humedad es constante, porque tienen una mayor facilidad de proliferación. Por eso, los baños y las cocinas son los lugares en los que más idóneos para ellos. Donde más microbios hay por centímetro cuadrado es en los estropajos y las bayetas que están siempre húmedos.
- Cocina
Uno de los principales focos de microbios en el hogar es la cocina. Concretamente elementos como los estropajos, las tablas de cortar y el fregadero acumulan una gran cantidad de bacterias, como la E. coli y la Salmonella, debido al contacto con restos de alimentos y agua. Los estropajos, en particular, retienen humedad y partículas de comida que promueven el crecimiento de bacterias; por ello, se recomienda reemplazarlas frecuentemente o desinfectarlas en el microondas para reducir el riesgo de contaminación cruzada.
Otra de las zonas que más microorganismos acumula es la nevera, donde se almacenan los alimentos. Por eso, es muy importante que esta esté siempre limpia, lo que se puede lograr con una mezcla de agua y vinagre y ayuda de un paño suave. Aunque si hay que destacar un lugar, es el fregadero, donde se mezclan los restos de comida de los platos, los estropajos, la cubertería sucia... y todo ello bajo el agua del grifo que cae cada poco y mantiene húmeda la zona. Por eso, no es bueno dejar demasiado tiempo el menaje sin fregarlo o meterlo en el lavaplatos.
- Cuarto de baño
Otro sitio con alta carga de microbios es el baño, especialmente la zona del inodoro, los grifos y la ducha. Uno de los motivos principales es que las superficies de estos lugares están en contacto constante con humedad y residuos, lo que facilita el desarrollo de bacterias y hongos. Además, el cepillo de dientes, que muchas veces se deja al aire libre, puede albergar microorganismos provenientes de la misma boca o el ambiente.
Tampoco hay que pasar por alto que un reciente estudio ha revelado que el cepillo de dientes y la alcachofa o cabezal de la ducha acumulan gran cantidad de virus desconocidos, concretamente son bacteriófagos (fagos), aunque los investigadores señalan que no hay que preocuparse por ellos, sino aceptarlos y limpiar el cabezal de la ducha con vinagre o con agua y jabón y cambiar el del cepillo de dientes de forma periódica.
Dentro del cuarto de baño también destaca el inodoro, donde proliferan más gérmenes. No en vano recibe los desechos de todos los habitantes de la casa, además de tratarse de una zona bastante húmeda en la que es muy fácil que se multipliquen las bacterias. Lo mismo ocurre con las escobillas. Por eso es aconsejable desinfectar y limpiar a diario y una vez a la semana utilizar algún agente más agresivo. Junto al inodoro, otros focos de gérmenes son los grifos que se suelen utilizar con las manos sucias constantemente y el vaso donde se ponen los cepillos de dientes y los propios cepillos, que además luego uno se lleva a la boca.
- Salón
El salón no acumula tantas bacterias como las anteriores estancias, pero también puede ser un punto conflictivo y hay que prestarle atención. Las zonas que requieren más limpieza son los textiles, con los que las personas están más en contacto directo. Es lo que ocurre con el sofá, por ejemplo, donde uno se sienta con ropa de la calle, y a veces también lo hacen las mascotas. Por este motivo, se debe incluir la desinfección de sofás y almohadones en la rutina de limpieza habitual. Dentro de esta limpieza más exhaustiva del sofá, es importante tener en cuenta el tejido del que esté compuesto el sofá antes de aplicar cualquier producto, debido a que algunos materiales pueden resultar dañados si se aplican químicos.
- Habitaciones
En el caso de las habitaciones, los focos más importantes son los textiles y el colchón. Dentro de los textiles hay que limpiar correctamente las sábanas cada pocos días a una temperatura alta y las alfombras aspirarlas y aplicar un producto específico de manera recurrente.
Pero en realidad, en el colchón es donde más gérmenes se pueden encontrar, por lo que uno debe asegurarse de que estén limpios y desinfectados en todo momento. Si no se ha ensuciado específicamente, se recomienda desinfectar el colchón cada seis meses. En primer lugar hay que absorber la humedad y neutralizar los olores, que se consigue fácilmente espolvoreando bicarbonato de sodio sobre el colchón. Para que este truco funcione, hay que dejarlo actuar durante un par de horas, para después aspirar toda la superficie del colchón y dejarlo sin restos. Una vez se haya realizado este procedimiento en una cara del colchón, hay que darle la vuelta y repetirlo por la otra.
Cuando se manchan puntualmente de sudor, sangre, u orina, se pueden utilizar productos específicos para limpiar estas manchas, ya que son los más efectivos en tejidos gruesos como el colchón. Pero también hay algún remedio casero que puede ponerse en práctica, como el bicarbonato. Se espolvorea por toda la superficie, se deja actuar durante unas horas y luego se aspira.
Otros rincones con gérmenes del hogar
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Tablas de cortar: Hasta el 20% de las infecciones alimentarias se contraen en el hogar y los patógenos que con frecuencia las provocan son la salmonella, la escherichia coli y el campylobacter. Estos se pueden acumular en las gomas del refrigerador y los paños húmedos. Pero las tablas de cortar también son entornos propicios para la incubación de gérmenes, por ello es importante tener diferentes tablas para cortar carnes, pescados, verduras y otro tipo de alimentos o, en su defecto, realizar una correcta desinfección tras su uso.
- Pomos y tiradores: Se utilizan una y otra vez a lo largo del día, y suelen ser los grandes olvidados cuando se hace la limpieza general del hogar. Por ello, son lugares propicios para que los gérmenes se acumulen. Es más, los expertos los consideran claves en la transmisión del virus de la gripe y de otros que provocan enfermedades respiratorias.
- Teclado de ordenador: Es fácil que las bacterias que se albergan en la piel, uñas y manos se transfieran al teclado. En una investigación, los expertos concluyeron que el 96% de los teclados analizados estaban contaminados con bacterias. Un problema que, además de proceder de las manos, puede estar provocado por la práctica habitual de comer mientras se trabaja, que los expertos asocian a una de las causas de contaminación bacteriana.
- Pantalla del móvil: La pantalla de los teléfonos puede llegar a tener 600 bacterias, mientras que un inodoro contiene cerca de 20. Es lo que revela un estudio de Sanytol sobre los gérmenes en casa.
- Juguetes para mascotas: Según el estudio de NSF International, el 23% de los juguetes para mascotas albergaban estafilococos potencialmente peligrosos; las levaduras y el moho se encontraron en el 55% de estos objetos y el 14% tenían bacterias coliformes.
¿Cuánto tiempo viven los gérmenes en el ambiente? Depende, porque no todos los gérmenes son iguales ni todas las superficies actúan de la misma manera. Hay que recordar que en las superficies las porosas vivirán más tiempo que en las duras y las condiciones ambientales como la temperatura y la humedad también varían. No obstante, los virus, responsables de la mayoría de las enfermedades más comunes, como el resfriado, solo pueden vivir en superficies secas durante unas horas. Las bacterias como E.coli o Salmonella, en las condiciones adecuadas de temperatura y humedad, pueden llegar a vivir hasta cuatro horas en superficies duras y Clostridium difficile hasta cinco meses.