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Consejos para combatir la astenia primaveral

La astenia primaveral es algo que afecta a muchas personas, unos lo notan más y otros menos. Se puede combatir de manera sencilla.

La astenia primaveral es algo que afecta a muchas personas, unos lo notan más y otros menos. Se puede combatir de manera sencilla.
primavera, tulipanes, mujer guapa | Pixabay/CC/JillWellington

Las primeras semanas de la primavera son algo confusas y molestas para algunas personas, el cambio de hora y de temperatura sumado a que haya más horas de luz no todos lo llevan bien. De hecho, con la llegada de la primavera y del buen tiempo muchas personas experimentan la astenia primaveral, una sensación de cansancio generalizado que no mejora con el descanso. Además de este cansancio la astenia viene con una serie de síntomas que dificultan la realización de las tareas diarias: decaimiento y tristeza sin motivo aparente, dolor de cabeza, trastornos del sueño, falta de concentración, alteraciones del apetito, apatía…Las causas no están claras del todo pero se cree que guardan relación con los cambios que tienen que afrontar el sistema nervioso y hormonal para adaptarse a la llegada del buen tiempo y a la diferencia de luz y de temperatura.

Todas estas alteraciones producen desajustes en los ciclos hormonales dirigidos por el hipotálamo, una glándula del cerebro que se encarga de regular, entre otras cosas, la temperatura corporal, la sed, el apetito, el sueño y la vigilia. Consigue controlar todos estos aspectos gracias a los neurotransmisores, los cuales pueden verse alterados durante las primeras semanas de adaptación a todos estos cambios primaverales. Por ejemplo, es común que tarde en regularse la hormona serotonina que produce sensación de bienestar y ayuda a dormir mejor.

¿Cuáles son los síntomas de la astenia primaveral?

  • Cansancio
  • Somnolencia durante el día
  • Dificultad para conciliar el sueño o insomnio
  • Falta de energía
  • Irritabilidad
  • Tristeza
  • Ansiedad
  • Pérdida del apetito y de la sensación de sed
  • Cefaleas y mareos
  • Disminución de la lívido
  • Falta de concentración
  • Desmotivación y desgana

Es importante tener en cuenta que la astenia primaveral tiene una duración de 1 o 2 semanas, por lo que, si los síntomas perduran se recomienda realizar una visita médica y un chequeo para comprobar que no hubiera otro problema.

Causas de la astenia primaveral

  • Cambios en la temperatura ambiental
  • Más horas de luz solar
  • Disminución de la presión sanguínea, debido a la subida de temperaturas
  • Cambio de horario al adelantar el reloj una hora más
  • Aumento de la presión atmosférica
  • Modificación de las actividades o la rutina diaria

¿Cómo minimizar los efectos de la astenia?

  1. Respetar los patrones del sueño: Establecer una rutina de descanso y acostarse cada día aproximadamente a la misma hora. El motivo es que un correcto descanso es esencial para recargarse de energía y permitir funcionar a pleno rendimiento física e intelectualmente. Es muy importante no escatimar en horas de sueño y conceder las que el organismo demanda. Es cierto que cada persona tiene unas necesidades de sueño distintas en función de su edad, su actividad…pero por lo general se recomienda dormir un mínimo de 7- 8 horas.
  2. Realizar de forma regular algún tipo de actividad física de intensidad moderada: Aunque en esta época uno se sienta más cansado de lo habitual, hacer el esfuerzo de hacer ejercicio tres o cuatro veces por semana conseguirá que se supere esa sensación, además de ayudar a mantener el tono muscular y a controlar el estrés. Se trata de practicar una actividad de intensidad moderada que active físicamente, a ser posible al aire libre, como caminar a buen ritmo, correr o ir en bicicleta, aunque también se puede nadar o incluso mejorar la elasticidad con relajantes sesiones de yoga. El motivo es que el ejercicio físico es un antidepresivo natural, ya que activa la producción de serotonina, una hormona estrechamente relacionada con nuestro estado de ánimo.
  3. Prestar especial atención a la alimentación: Es muy importante proporcionar al cuerpo los suficientes nutrientes en forma de alimentos frescos y limitar al máximo el consumo de alimentos procesados, ricos en grasa, fritos, dulces y harinas refinadas. Es recomendable basar la alimentación en las frutas y verduras de temporada, consumiendo una parte de ellas en crudo, en ensaladas, o en batidos, para aprovechar al máximo su contenido en vitaminas y fitonutrientes. Tampoco puede uno olvidarse de los cereales integrales y las legumbres, alimentos ricos en triptófano, magnesio y vitaminas del grupo B, con propiedades antidepresivas y antifatiga. Incorporar levadura nutricional a la alimentación, ya que aporta vitaminas del grupo B y minerales, que ayudan a combatir las molestias de la astenia primaveral.
  4. Mantener un buen nivel de hidratación: Beber entre 1 y 2 litros al día, preferiblemente entre agua e infusiones, para favorecer la función renal e intestinal, eliminar toxinas y que el organismo no se sobrecargue con sustancias de desecho. Es conveniente evitar los refrescos azucarados y las sustancias estimulantes.
  5. Pasar más tiempo al aire libre: Aprovechar que aumentan las horas de luz solar y que las temperaturas mejoran para pasar más tiempo fuera de casa y disfrutar de los rayos del sol. Si no se puede practicar deporte en el exterior hay que procurar dar un paseo, tomar un café en una terraza o si se tiene la oportunidad escaparse un fin de semana lejos de la ciudad y disfrutar relajándose en contacto con la naturaleza.
  6. No perder el buen humor: No se debe olvidar que la astenia primaveral es mal pasajero y sus síntomas pasarán en dos o tres semanas. No hay que dejarse llevar por el desánimo y tener claro que en pocos días el organismo recuperará sus niveles de energía habituales y el ánimo volverá a su equilibrio.
  7. Ayudarse con las plantas: Algunos complementos alimenticios pueden ayudar a sobrellevar mejor los síntomas de la astenia primaveral, proporcionando un empujoncito extra de energía.

- Maca: esta planta de origen andino es vigorizante y reconstituyente. Ya era utilizada por los Incas por sus extraordinarias propiedades revitalizantes, estimulante del sistema inmunitario y también para combatir los síntomas de la fatiga crónica. Aumenta la vitalidad y la resistencia al esfuerzo al tiempo que disminuye el cansancio sin provocar ansiedad ni nerviosismo

- Guaraná: Las semilla de guaraná es consumida como energizante por los indios amazónicos desde hace centenares de años. Es la planta con mayor contenido en cafeína que se conoce. Entre sus componentes también encontramos flavonoles, taninos y saponinas, que influyen en la absorción de la cafeína: el organismo la asimila de manera más lenta y prolongada, provocando un efecto más duradero y estimulante.

- Jalea Real: Tiene un efecto estimulante y tonificante. Es una sustancia producida por las abejas para alimentar a su abeja reina, y su composición es muy rica y compleja, lo que la convierte en un alimento extraordinario. Contiene todos los aminoácidos, incluidos los esenciales, vitaminas del grupo B, vitamina C, ácido fólico, minerales y ácidos grasos insaturados. Todo esto la convierte en un excelente reconstituyente en casos de carencias nutricionales y astenia, ayuda a recuperar los niveles de actividad y a superar la apatía y aumenta la resistencia a la fatiga y al esfuerzo.

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