Actualmente cada vez hay más personas que se convierten en vegetarianos o veganos, dos cosas bastante diferentes pero con una lucha en común: dejar de comer proteína animal o sus derivados. No todo el mundo vale para ambos estilos de vida ya que no solamente implican la alimentación.
Ser vegetariano si es simplemente dejar de comer animales y algunos de sus derivados pero, por su parte, el hecho de ser vegano implica también no vestir o maquillarse o limpiar con productos que vengan del mundo animal o hayan sido testados en animales. Es algo más allá de la alimentación. Los expertos señalan que las dietas vegetarianas existen desde el año 700a.C. aproximadamente. Por su parte, la vida vegana , surgió entre 1944 y 1949. Entonces, ¿Cuáles son las principales diferencias entre ambas dietas?
Tipos de dieta vegetariana y vegana
- Ovo Vegetarianismo: Los ovo vegetarianos son aquellas personas que no consumen alimentos de origen animal con la única excepción de los huevos. El motivo es que como los huevos que se comen no están fecundados, se supone que no implican un daño para las gallinas y, por lo tanto, son aptos dentro de este estilo de dieta. Para los ovo vegetarianos este acto es mucho más moral que el consumo de leche, por ejemplo.
- Lacto vegetarianismo: Los lacto vegetarianos no comen nada de carne, pero sí incluyen en su dieta productos lácteos como el yogur, el queso, la leche o la mantequilla. Esta combinación de dieta vegetariana y vegana es una de las más frecuentes hoy día.
- Api vegetarianismo: Las personas vegetarianas que consumen miel son consideradas como api vegetarianas. Al igual que ocurre con la leche y los huevos, la apicultura es considerada, para algunos, como una clase de explotación animal, por lo que no todos optan por este tipo de dieta.
- Pollotarianismo: Esta es una opción que se incluye dentro del semi-vegetarianismo, ya que aunque se suprima el consumo de carnes rojas, se sigue manteniendo la posibilidad de comer carne de origen animal a través de las aves de corral. Esta suele ser la alternativa más elegida como fase previa al vegetarianismo o veganismo más puro.
- Pescetarianismo: Esta es otra de las opciones que se usan como fase previa al vegetarianismo o veganismo estricto. En este caso, el único aporte de proteína animal se obtiene del pescado.
- Crudiveganismo: Aquí no solo se excluye de la dieta todos los productos de origen animal, sino que además se exige que se cocinen a temperaturas por debajo de los 50º C para garantizar todas sus propiedades nutritivas.
- Veganismo dietético: El veganismo dietético es, tal vez, el subtipo de régimen vegetariano más estricto, ya que evita todos los alimentos de origen animal incluidos la leche, los huevos y la miel.
- Veganismo ético: Esta dieta incluye a las personas que siguen una alimentación vegana, rechazando además todo tipo de explotación animal en beneficio del ser humano. Es decir, los veganos éticos no compran ningún tipo de producto en el que se haya utilizado a los animales.
- Veganismo medioambiental: En la actualidad, se calcula que un 51% de la contaminación total existente en el mundo proviene de la ganadería, en concreto de la vacuna. Los veganos medioambientales rechazan el consumo de productos de origen animal, ya que consideran que su industria es insostenible para la conservación del planeta, así como de sus recursos naturales.
Beneficios de ser vegetariano o vegano
De acuerdo con la publicación de la Harvard Medical School, los estudios muestran que una dieta vegetariana puede contribuir a paliar algunas enfermedades. De hecho, las dieta vegana y vegetariana han ganado popularidad en los últimos años debido a sus potenciales beneficios para la salud y el medio ambiente. Sin embargo, también presentan ciertas ventajas e inconvenientes que es importante considerar.
- Enfermedades cardíacas: Hay pruebas de que los vegetarianos tienen menor riesgo de problemas cardíacos. De hecho, de manera general, un buen consejo para prevenir estas enfermedades es apostar por una alimentación rica en fibra y leguminosas, que ayudan a mantener el equilibrio de los niveles de azúcar en el organismo. Otro gran consejo es comer nueces ya que se las considera protectoras del corazón por su bajo índice glucémico pero gran nivel de antioxidantes y ácidos grasos saludables.
- Salud cardiovascular: Estudios han demostrado que seguir una dieta vegana o vegetariana puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, ya que tiende a ser baja en grasas saturadas y colesterol. Además, una dieta basada en plantas es rica en fibra, antioxidantes y otros nutrientes beneficiosos para la salud cardiovascular.
- Cáncer: Muchos estudios señalan que una alimentación basada en frutas y verduras pueden reducir el riesgo de determinados tipos de cáncer. En este sentido, se sabe que los vegetarianos tienen una incidencia menor de cáncer que las personas que consumen carne, aunque no se trate de una diferencia enorme. Uno de los tipos que se puede evitar reduciendo considerablemente o abandonando del todo la carne roja es el cáncer de colon.
- Diabetes: Una dieta basada en verduras puede reducir el riesgo de sufrir diabetes tipo 2, según los estudios de una comunidad que no come carne y que muestra la Harvard Medical School.
- Artritis: Además de las enfermedades ya mencionadas, esta es otra que puede prevenirse con una dieta vegana.
- Aumenta el aporte de fibra y mejora el tránsito intestinal. Además, puede ayudar a sentirse saciados antes y prevenir la obesidad.
- Mantener a raya el colesterol.
- Baja el consumo de grasas saturadas más presentes en la carne.
- Mayor consumo en polifenoles y flavonoides, nutrientes con propiedades antioxidantes, antibacterianas, antiinflamatorias…
- Sostenibilidad ambiental: La producción de carne y productos lácteos tiene un impacto ambiental significativo debido a la deforestación, la contaminación del agua y la emisión de gases de efecto invernadero. Al elegir una dieta vegana o vegetariana, se contribuye a la reducción de la huella ecológica y al bienestar del planeta.
Inconvenientes de la dieta vegana y vegetariana
- Deficiencias nutricionales: Eliminar completamente los productos animales de la dieta puede llevar a deficiencias de ciertos nutrientes clave, como vitamina B12, hierro, zinc, calcio y ácidos grasos omega-3. Es importante planificar cuidadosamente las comidas y, en algunos casos, considerar suplementos o alimentos enriquecidos para garantizar una ingesta adecuada de estos nutrientes.
- El efecto saciante de la fibra, que puede ayudar a prevenir la obesidad, también puede dificultar el aporte calórico, por ejemplo, en deportistas.
- Algunos nutrientes pueden estar comprometidos: calcio (los alimentos vegetales ricos en calcio aportan en general un contenido más bajo), vitamina D (las fuentes dietéticas de vitamina D, son de origen animal y cuentan necesitan la exposición solar para sintetizarlas), ácidos grasos esenciales W-3 (presentes en el pescado), hierro (se absorbe menor cantidad).
- Carencia de proteínas: La proteína vegetal es distinta de la animal, por eso este tipo de dietas hay que equilibrarlas bien y diariamente. Hay que tener paciencia e ir gradualmente cambiando la rutina.
- Carencia de vitamina B12: Este tipo de vitamina se encuentra en alimentos de origen animal y sus derivados como lácteos o huevos. Podría decirse que los vegetarianos tienen más opciones de consumir diariamente estos nutrientes que los veganos.
- Carencia de hierro: De acuerdo con la publicación de Harvard, los estudios muestran que el hierro presente en la carne (especialmente la roja) se absorbe fácilmente en el organismo. Por eso hay que tener cuidado con la de origen vegetal.
- Carencia de zinc: El ácido fítico presente en los cereales integrales, semillas, y legumbres pueden dificultar la absorción del zinc al organismo.
- Carencia de omega 3: Según la publicación, las dietas que no incluyen pescado o huevos son pobres en ácidos grasos. Por tanto, deben ser puntos de atención para quien tiene este tipo de dieta.
- Presión social y restricciones alimentarias: Adoptar una dieta vegana o vegetariana puede generar presión social y dificultades en ciertos contextos, como eventos sociales o restaurantes con opciones limitadas. Además, es posible que algunas personas encuentren difícil renunciar a ciertos alimentos que disfrutaban antes de seguir este tipo de dieta.