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¿Qué es la dieta Hashimoto y para qué sirve?

La dieta Hashimoto sirve para aliviar el hipotiroidismo de Hashimoto que consiste en una deficiencia en la producción de hormonas tiroideas.

La dieta Hashimoto sirve para aliviar el hipotiroidismo de Hashimoto que consiste en una deficiencia en la producción de hormonas tiroideas.
Small Brown Fish Macro Shot | Unsplash/Jakub Kapusnak

La tiroiditis de Hashimoto o tiroiditis crónica autoinmune, descrita por primera vez por el especialista Hakaru Hashimoto en 1912, se encuentra entre los trastornos tiroideos más comunes y frecuentes, siendo la principal causa de hipotiroidismo primario. En cualquier tipo de problema tiroideo, para mantener una buena calidad de vida, la dieta es crucial. Además, se ha estudiado que la combinación de una nutrición adecuada, junto con la terapia farmacológica obvia, puede ayudar significativamente con el curso y los síntomas de este trastorno.

La dieta Hashimoto es un enfoque alimentario diseñado específicamente para las personas que padecen la enfermedad de Hashimoto. Esta dieta es un tipo de dieta AIP, que puede ayudar a disminuir la inflamación que a menudo causa los peores síntomas. Por supuesto, antes de embarcarse en cualquier dieta que difiera de la normal, siempre es mejor escuchar el consejo del médico.

La tiroides de Hashimoto

Tiroiditis Hashimoto, especialmente en los países desarrollados, es uno de los trastornos tiroideos más comunes. Se trata de una afección autoinmune en la que concretamente el tejido tiroideo es destruido gradualmente por sus propios linfocitos. La glándula tiroides es muy importante para regular las funciones del cuerpo humano y afecta a muchos aspectos de la salud. A través de la producción de hormonas, afecta a otros órganos como el corazón, los pulmones, el esqueleto, el sistema nervioso y el aparato digestivo.

Hay que destacar que los problemas relacionados con la tiroides pueden ser de dos tipos. Es posible experimentar un incremento en la producción de hormonas tiroideas, con todos los inconvenientes que esto conlleva, o también encontrarse bajo una situación de deficiencia en la síntesis de las mismas.

¿Por qué es necesario cuidar la dieta con la enfermedad de Hashimoto?

El hipotiroidismo de Hashimoto cursa con una inflamación de la glándula tiroides que acarrea un mal funcionamiento de la misma. Es importante cuidar la dieta en este tipo de situaciones para evitar una progresión de la enfermedad, que podría derivar en una glándula que sea cada vez menos capaz de llevar a cabo sus funciones.

No hay que olvidar que este órgano se encarga de producir una serie de hormonas determinantes en la función metabólica. El hecho de no sintetizarlas en cantidades suficientes puede ocasionar una ganancia de peso graso. En casos extremos, incluso una inflamación crónica de la glándula desembocaría en el crecimiento de un tumor en la zona. Por tanto, mediante la dieta es posible aportar nutrientes que mejoren la función tiroidea. por otra parte, cuidando la alimentación se contrarresta la ganancia de peso inducida por la enfermedad de Hashimoto.

Hay que destacar que las situaciones de sobrepeso han demostrado ser perjudiciales para la salud, incrementando el riesgo de padecer diversos trastornos de salud. Además, como ocurre con muchas otras enfermedades físicas, numerosos estudios científicos han demostrado que un determinado tipo de dieta controlada, combinada con ejercicio constante y un tratamiento farmacológico regular, pueden aliviar los síntomas.

El objetivo principal de la dieta Hashimoto es reducir la inflamación y promover la salud de la tiroides. Se basa en principios nutricionales que buscan apoyar la función tiroidea, fortalecer el sistema inmunológico y mejorar el bienestar general. Aunque no existe una dieta específica para el Hashimoto, se recomienda seguir ciertos lineamientos generales.

En primer lugar, se recomienda evitar alimentos procesados y alimentos que puedan desencadenar inflamación, como los alimentos fritos, los alimentos altos en grasas saturadas y los alimentos ricos en azúcares refinados. En su lugar, se debe optar por alimentos naturales y nutritivos, como frutas, verduras, granos integrales, proteínas magras y grasas saludables. Además, se sugiere limitar o evitar el consumo de alimentos que contengan gluten. El motivo es que se ha observado una asociación entre la enfermedad de Hashimoto y la enfermedad celíaca, por lo que algunas personas con Hashimoto pueden experimentar mejoras al eliminar el gluten de su dieta.

La dieta Hashimoto también puede incluir la suplementación de ciertos nutrientes, como el selenio, el zinc y las vitaminas del complejo B, que son importantes para la función tiroidea y el sistema inmunológico.

La importancia del yodo

La falta de yodo y sobretodo su exceso, se han asociado a mayor frecuencia de autoinmunidad tiroidea. Una dieta variada contiene yodo, y no es necesario modificarlo. Lo que claramente no es recomendable es tomar cantidades excesivas como, por ejemplo, algas marinas con mucha frecuencia o suplementos, pensando que serán de ayuda.

Alimentos a evitar en la dieta Hashimoto

  • Crucíferas: Las crucíferas, a pesar de ser alimentos recomendables en el contexto de una dieta equilibrada, cuentan con la capacidad de ser bociógenas. Por este motivo hay que evitarlas en la dieta Hashimoto, ya que podrían incrementar la inflamación de la tiroides. En este grupo se encuadran la col, la berza, las coles de Bruselas, el repollo, el brócoli y la coliflor.
  • Nueces y cacahuetes: Con estos productos sucede lo mismo que con las crucíferas. Cuentan con una gran cantidad de antinutrientes que pueden reducir la absorción de yodo a nivel intestinal.
  • Espinacas y zanahoria: Si bien se debe limitar bastante el consumo de los productos antes mencionados, en el caso de las espinacas y de la zanahoria se puede ser más laxo. Basta con que no formen parte de la dieta diaria. Se trata de alimentos que son capaces de aportar ventajas si se consumen con moderación en la dieta Hashimoto.

Alimentos que hay que comer más

Uno de los aspectos clave de la dieta Hashimoto es la necesidad de aumentar la presencia de yodo en la dieta. De acuerdo con un estudio publicado en Recent Patents on Endocrine, Metabolic & Immune Drug Discovery , se trata de un nutriente esencial para la producción de hormonas tiroideas. Este nutriente está presente en:

  • Pescados: El pescado cuenta con altos niveles de yodo en su interior. Además, también posee ácidos grasos de la serie omega 3, que han demostrado capacidades antiinflamatorias. Por este motivo, tiene una doble acción a la hora de luchar contra la progresión del hipotiroidismo de Hashimoto.
  • Mariscos: Igual que en el caso anterior, su contenido en yodo es significativo. No obstante, han de tener cuidado con estos productos las personas que tiene el ácido úrico en sangre elevado, pues podrían desarrollar problemas.
  • Lácteos: Los lácteos cuentan con dosis elevadas de yodo. Además, presentan probióticos en su composición, capaces de colonizar el tubo digestivo, ejerciendo un efecto metabólico positivo. En lo que a control de peso se refiere son alimentos excelentes.

Con la dieta Hashimoto no es suficiente

La promoción de la actividad física será esencial para conseguir estabilizar el metabolismo y garantizar una composición corporal adecuada. De lo contrario, podría promocionarse la obesidad, factor de riesgo para el desarrollo de otras muchas patologías crónicas.

Al mismo tiempo, es fundamental recurrir a la farmacología. Con ella se puede incrementar la calidad de vida, reduciendo la sensación de fatiga constante. No obstante, los medicamentos deben estar prescritos por un especialista y las dosis han de revisarse de forma periódica.

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