
Es el título de una extraordinaria película de Antonio Cuadri. El estreno es el día 14 de noviembre en el cine Paz de Madrid. Está llamada a ocupar un lugar preferente entre las creaciones artísticas preocupadas por la vida espiritual. Por la religión, o sea, por Cristo. Por el Dios de España. La resurrección de la vida del espíritu a través de la vida religiosa, especialmente la cristiana, empieza a ser algo más que un fenómeno coyuntural o pasajero de la industria cultural. Es ya una tendencia artística. Está por todas partes. Se toca. Solo los necios cierran los ojos y se tapan los oídos ante lo evidente. Allá ellos.
Esa corriente artística y religiosa se llevará por delante, si es que ya no está dando sus últimas bocanadas, a «instituciones» que antaño fueron respetables y, de un modo u otro, estuvieron vinculadas a la Conferencia Episcopal Española y cosas similares. ¡Conferencia Episcopal! ¡Ja! Pobres. Y más pobres de espíritu son aún quienes invitan a Illa, el jefe político de Cataluña, a «dialogar», con el presidente de la Conferencia Episcopal, y se atreven a comparar esa paparruchada con el diálogo que tuvieron en su tiempo Benedicto XVI y Habermas… Si se pudiera levantar don Ángel Herrera Oria de su tumba y viera cómo están dilapidando su herencia, la creación de ciudadanos cristianos en una España moderna, estoy convencido de que regresaría a escape a su retiro. ¡Qué vergüenza!
