
El Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC) no está dispuesto a acatar la sentencia sobre las pinturas murales del Monasterio de Sijena así como así, sin oponer resistencia y sin dificultar la ejecución del fallo judicial con todos los medios y procedimientos a su alcance. De entrada, ha permitido que técnicos designados por el Gobierno de Aragón con la restauradora y experta en las obras de Sijena Natalia Martínez de Pisón al frente puedan acceder al museo sin pagar y trabajar en las dos estancias donde se exhiben las pinturas. Pero ahí se han acabado las facilidades.
La dirección del MNAC ha prohibido a los técnicos tomar ningún tipo de micromuestra de las pinturas salvo que dispongan de una orden judicial específica para tal efecto. A pesar de la falta de colaboración del MNAC, los técnicos aragoneses siguen con su trabajo, consistente en el escaneado y la fotogrametría de los murales. Pero toda la información y documentación requerida por los técnicos al museo también les ha sido negada. La intención de la dirección del MNAC es convertir los trabajos previos a la devolución de las obras en un infierno burocrático al tiempo que recurre en el juzgado los plazos dados para la extracción y traslado de las pinturas.
Dadas las circunstancias, el presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, ha denunciado las "trabas" del MNAC a los técnicos y la ausencia total de colaboración. Azcón ha hablado de "resistencias incomprensibles". También ha señalado que "Illa ofreció colaboración, pero la realidad le está dejando muy mal".
En el segundo día de inspecciones, los técnicos de Aragón no se han encontrado con ningún manifestante convocado por Lluís Llach. La resistencia es cosa de la dirección del museo.


