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Juan Manuel González

Oscar 2012: ¿quién ganará?

El próximo domingo, la alfombra roja se desplegará ante el Kodak Theatre, o como se vaya a llamar ahora, en una competición en la que el trío formado por las nostálgicas The Artist y La invención de Hugo, y el drama Los descendientes, llegan con más posibilidades para llevarse la presea a la mejor película.

Tanto en Libertad Digital como en esRadio nos volcaremos con la cobertura de la 84 ceremonia. Estén muy atentos al diario, ya que pronto les daremos las claves de lo que será lo que hemos denominado la ‘Noche de las estrellas’, una peculiar iniciativa que -estamos seguros- les va a divertir.

Lo cierto es que la película del francés Michel Hazanavicius tiene superado el que siempre ha sido su principal inconveniente –precisamente, el ser francesa- y crecer más según pasan los días. Pese a que La invención de Hugo parte con mayor número de nominaciones, nada menos que once, muchas de ellas pertenecen a categorías técnicas que se le escapan a la que es la tercera en discordia, Los descendientes. Pero en el fondo, lo cierto es que la cinta muda, con sus diez opciones, es una rival fuerte en las principales categorías artísticas para ambas, y de hecho también figura en bastantes de las puramente técnicas. Parece ser que The Artist se convertirá en la primera europea en ganar el Oscar a la mejor película, pese a ser claramente inferior a sus dos principales rivales.

Hazanavicius ha arrasado en los premios de los distintos gremios y colectivos críticos, destacando el del Directors Guild of America, y es el auténtico rival a batir por las cintas norteamericanas de Martin Scorsese y Alexander Payne. A su lado, las demás opciones (Moneyball, War Horse, El árbol de la vida, Midnight in Paris, Criadas y Señoras y sobre todo Tan fuerte, tan cerca) parecen perder empaque.

Tanto The Artist como La invención de Hugo apelan, con distintos procedimientos, a la nostalgia de los académicos. Vivimos un momento bisagra, en el que la industria debe adaptarse a marchas forzadas a cambios sistemáticos en todos sus órdenes, forzada por los nuevos modos de consumo cinematográfico, la crisis y la piratería. En este contexto, de crisis o cambio -llamémoslo como queramos- la Academia parece mirar hacia atrás y guiñarse el ojo a sí misma, con dos cintas que miran con cariño y admiración los orígenes del cine, si bien una de forma más profunda que la otra (y si me leen habitualmente, sabrán perfectamente a cual me refiero…).

El filme infantil y en 3D dirigido por Martin Scorsese parte con una desventaja que podría resultar fundamental. Pese a que se trata, unánimemente, de una de sus mejores películas, lo cierto es el cineasta neoyorquino fue premiado en 2006 por su (inferior) thriller criminal Infiltrados, después de muchas, muchas nominaciones sin premio. Los descendientes, con un número menor de opciones que las dos anteriores (al no optar a numerosas categorías técnicas), podría irse de vacío o casi, siendo sus principales armas la categoría de mejor actor principal (George Clooney) y mejor guión adaptado. El recientísimo premio del Gremio de Guionistas para el filme de Alexander Payne podría darle renovadas esperanzas en esta última categoría, si se lo permite su gran rival, el también excelente libreto de El Topo, adaptado del libro de John LeCarré, que se entregaría al matrimonio formado por Peter Straughan y Bridget O’Connor, a ésta última a título póstumo.

A estas alturas es casi indiscutible que la iraní Nader y Simin. Una separación se llevará la estatuilla a la mejor película extranjera, y más después de la decisión de la Academia española de enviar Pan Negro, y no La piel que habito, a competir en esa categoría… y no superar el corte. La tensa relación política con Irán, la crítica que el filme dedica al régimen de los Ayatolás, y la dura situación de los cineastas iraníes, cuya libertad de expresión está siendo sistemáticamente cercenada, podrían acabar de decantar el criterio de los académicos hacia la cinta de Asghar Farhadi, que pese a su procedencia, resulta relativamente fácil de consumir para los miembros de la institución. Sólo la polaca Agnieszka Holland, perfectamente afincada en la televisión estadounidense, se lo podría disputar con In Darkness.

La carrera final por la estatuilla al mejor actor queda entre Jean Dujardin (The Artist) y George Clooney (Los descendientes). El que fue protagonista de Urgencias tiene ya un Oscar al mejor secundario por Syriana, y la pujanza de la inevitable The Artist parece despejar un tanto el camino al francés. No habría que descartar, de todas formas, una sorpresa en esta categoría, como tampoco en su vertiente femenina. Porque -atención- existen posibilidades de que uno de los premios considerados seguros de la noche, el de Meryl Streep por La Dama de Hierro, pueda desvanecerse ante la interpretación de Viola Davis en Criadas y Señoras. El premio -y aquí hago mi inevitable comentario personal, debería ir a Clooney y Streep.

En cuanto a actor de reparto, parece igual de claro que Christopher Plummer se llevará el Oscar por su papel de anciano homosexual en la estupenda Beginners.  Albert Brooks, hay que recordarlo, hubiera sido su único rival posible por su interpretación en Drive. Pero como no fue nominado, el premio al veterano actor está casi garantizado. Algo más difícil de dilucidar está la de mejor actriz secundaria, donde compite Jessica Chastain contra su compañera Octavia Spencer, ambas por Criadas y Señoras. En esta categoría el filme de Tate Marshall, que ya ha tenido la recompensa de su éxito mayúsculo, podría encontrar el respaldo de los académicos, y por eso mismo la segunda tiene la estatuilla casi asegurada.

Respecto a la categoría de mejor filme animado, hay que volver a destacar la ausencia de Pixar Animation tras el fracaso crítico de Cars 2. Dada la mediocridad de las olvidables Kung Fu Panda 2 y El Gato con Botas, inexplicablemente nominadas, el dilema queda entre la estrafalaria Rango y la española Chico & Rita, de Trueba y Mariscal. La Academia se decantará probablemente por la chocante, original y algo irregular historia del camaleón interpretado por Johnny Depp.

Tras el disgusto que nos llevamos bastantes por la ausencia de Drive en la mayoría de categorías técnicas (sólo figura en montaje de sonido), la exquisita factura de La invención de Hugo podría garantizar su cuota de premios en este área. The Artist será de nuevo el duro moscón que tendrán que vencer profesionales como la montadora Thelma Schoonmaker o el diseñador de producción Dante Spinotti, todos ellos colaboradores habituales de Scorsese. Personalmente no daría mucho por Millenium, el filme de David Fincher, uno de los perdedores del año pasado por La Red Social, y un cineasta todavía demasiado ajeno a los gustos de la Academia.

Una última mención sobre la presencia española en la gala, dejando de lado el que es el gran éxito de Mediapro en Hollywood, Midnight in Paris, y la presencia de Fernando Trueba y su filme animado. Me refiero a la candidatura de Alberto Iglesias, nominado a la mejor banda sonora por tercera vez por su labor en El Topo, y enfrentado a la doble candidatura de John Williams y a la segura victoria de -de nuevo- The artist.

¿Quién ganará?

La madrugada del domingo al lunes todas las incógnitas se despejarán. Tampoco es que haya demasiadas: The Artist se hará con las principales estatuillas, pese a no estar a la altura de sus rivales. La Academia norteamericana parece seducida por la bonita película de Hazanavicius, y sobre todo, halagada por los piropos al cine norteamericano de quien, al fin y al cabo, no deja de ser un representante del cine europeo. Todo indica que a los académicos les ha subido la moral el sentimental ardid de buenas intenciones que ha tejido la eficaz película francesa, y que ignorarán dos buenos filmes como los de Scorsese y Payne. Pese a ello, y al excesivo reconocimiento a intrascendencias como Criadas y Señoras y Midnight in Paris, lo cierto es que este año hay cine para dar y tomar. Qué se le va a hacer, son cosas de los premios...

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