Ejercicio de tensión y narrativa y pura y despojada de adornos melodramáticos, Novembre narra los cinco desenfrenados días de caza al terrorista vividos por las fuerzas de seguridad francesas tras los atentados de París del 13 de noviembre de 2015, en los que murieron más de 130 civiles.
Con la única concesión a la galería del protagonismo de Jean Dujardin, el filme -que ha resultado en un taquillazo en Francia- toma como referencia los trabajos de directores como Paul Greengrass (United 93) o Kathryn Bigelow (La noche más oscura) para, ni más ni menos, retratar con aire documental pero notables dosis de espectáculo fílmico el despliegue de las autoridades para encontrar a los asesinos antes de un nuevo atentado.
El director Cédric Jimenez trata de olvidarse de todo análisis sociológico y político (aunque esa mera decisión ya supone un manifiesto en sí mismo) para concentrarse en la operaciones de vigilancia, redadas, entrevistas a víctimas y el puro y duro procedimental policiaco. Una crónica, en suma, que hace pensar en por qué otras cinematografías europeas resultan tan tímidas a la hora de abordar según qué cosas, no sea que alguien se ofenda por ello. Una pena, porque Jimenez demuestra que no hace falta cargar las tintas en nada para montar con notable pulso una película de acción desnuda de todo asomo de folletín.
Bien es cierto que el filme, exhibido fuera de competición en Cannes, da por hecho el conocimiento de ciertos sucesos, pero se entiende una vez vista y apreciada su visceralidad. También se echa de menos más carne en los personajes, pero su mera funcionalidad resulta una elección totalmente racional en el contexto de la película. Para el recuerdo quedan escenas como la ensalada de tiros del desenlace y cómo el montaje trenza diversas situaciones interrelacionadas sin apenas conceder tiempo para pensar.
Novembre se estrena en cines el 14 de abril.