Esta semana os quiero hablar de Todos los lados de la cama, la tercera parte de una trilogía que empezó hace más de veinte años. Esta historia de amores, de confusiones que hacía cantar canciones del momento muy populares a actores que no eran cantantes se convirtió en un éxito inesperado, la película más taquillera del cine español del momento.
Ahora vuelven casi todos los protagonistas de estas dos primeras con un protagonista, desde mi punto de vista, absoluto: Ernesto Alterio. Su personaje, Javier, era un Peter Pan que se metía en líos monumentales y era bastante inestable en el amor. Ahora es más mayor y tiene un hijo de veinte años que le dice que va a casarse con una muchacha, que a su vez es la hija de uno de los personajes de los que él se enamoró en la segunda parte.
Aquí empieza el lío porque tanto la madre como el padre de los jóvenes deciden abortar de cualquier forma esta relación. Es una película para pasárselo bien, no hay que buscar más lados ni más recovecos.


