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Rosa Belmonte

Uri! Uri!

El miedo a los rusos es el miedo a los hombres en una guerra. Que te pueden matar, claro. Acabar con tu casa, tu ciudad, tu vida. Y, además, violar.  

El miedo a los rusos es el miedo a los hombres en una guerra. Que te pueden matar, claro. Acabar con tu casa, tu ciudad, tu vida. Y, además, violar.  
Zelenski en el Congreso. | Cordon Press

Cuenta Beevor en ‘Berlín’ que durante la Navidad de 1944 había en la ciudad una atmósfera de inminente derrumbamiento, tanto en las vidas personales como en lo referente a la existencia de la nación. "Se contaban historias, difíciles de confirmar, acerca de niñas y muchachas jóvenes que copulaban con extraños en rincones oscuros cercanos a la estación del Zoo y en el Tiergarten. Al parecer, el deseo de prescindir de la inocencia se hizo aún más desesperado a medida que el Ejército Rojo se aproximaba a Berlín". Supongo que también temían que los rusos las fueran a violar (como pasó). Por supuesto, está ocurriendo también en Ucrania. No porque sean rusos, porque son salvajes, salvajes borrachos, gentuza. Sólo un caso. El de esa niña secuestrada en un sótano por varios de esos soldados, violada repetidamente (a veces delante de su madre, a la que asesinaron y murió desangrada). Si se desmayaba, le echaban agua helada. Se escapó en algún momento de sueño por borrachera, se metió en un coche de alguien que llevaba ayuda y le dijo que la salvara.

Que la gente de la que habla Beevor fuera del país agresor en la Segunda Guerra Mundial, no es lo más importante. Los berlineses tenían un miedo brutal del invasor eslavo del este. Y eso se transformaba en odio con facilidad. Ayudaba bastante que Goebbels insistiera cada vez más en "recordar las atrocidades perpetradas en Nemnersdorf cuando las tropas rusas invadieron el sudeste de Prusia Oriental el otoño anterior y violaron y asesinaron a muchos habitantes de este pueblo". El destino de los habitantes de Pomerania no fue muy distinto del que sufrieron en Prusia Oriental. Himmler había prohibido evacuar a la población civil. Pero se fueron cuando se acercaban los rusos. Intentaron irse con ellos hasta los prisioneros franceses, temerosos de que los liberara el Ejército Rojo. Pero los rusos llegaron. Los soviéticos gritaban "Uri! Uri!" mientras corrían como globos desinflándose. Haciéndose con los relojes que pillaban. Los civiles tenían una mezcla de terror y alivio por haber sobrevivido. Pero eso sólo era la vanguardia de terror anunciado. Luego llegaban otros con mucho más tiempo para "cometer a su antojo las violaciones que quisieran". Todo esto es Historia. Lo que está pasando en Ucrania también lo será. Pero no es noticia que los rusos violen. Aunque tenga que contarse. Tampoco es noticia que haya gente aprovechándose de mujeres y niños entre los refugiados con fines delictivo-sexuales. Al principio de la guerra unas mujeres dijeron que viajaban juntas por miedo a los rusos.

El miedo a los rusos es el miedo a los hombres en una guerra. Que te pueden matar, claro. Acabar con tu casa, tu ciudad, tu vida. Y, además, violar.

El acto de sufrimiento y guerra español que Zelenski escogió para su discurso en el Congreso de los Diputados fue Guernica. "Estamos en 2022 y parece 1937". Por supuesto, se ha sacado Paracuellos. Se ha sacado Cabra. Nuestra permanente guerra civil sin muertos. Qué culpa tendrá Zelenski. También podemos tirar de las tropas napoleónicas. Fue más relevante el discurso en la ONU. ¿Para qué sirve la ONU? ¿Cómo es posible que Rusia siga teniendo derecho a veto? Pues ya ves.

En España se criticó, asimismo, a la traductora, que quitaba épica a Zelenski. En Telecinco anuncian para "Próximamente" la serie del Zelinski anterior al héroe internacional. No sé, están pasando cosas demasiado importantes para detenernos en paparruchas. Pero lo hacemos. Menos mal que no habló de la guardia mora ni citó a la Pasionaria: "Morisma salvaje, borracha de sensualidad, que se vierte en horrendas violaciones de nuestras muchachas en los pueblos que han sido hollados por la pezuña fascista". Menos mal porque pobre traductora.

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