
El Ministerio de Defensa ha querido dejar claro este miércoles que todo el tejido industrial que se dedica a la defensa y seguridad va a ser partícipe de los nuevos programas de armamento que han sido aprobados y de los que todavía están pendientes de aprobarse. Así lo ha dicho la secretaria de Estado, Amparo Valcarce, durante la jornada inaugural del Foro 2E+I que está organizando el Ejército de Tierra.
La número dos de Margarita Robles ha afirmado que la intención del departamento es implicar a las grandes compañías, a las pymes y a las startups tecnológicas en el desarrollo de las nuevas capacidades industriales y militares para "fortalecer la base industrial de la defensa española" y fomentar junto a las universidades la innovación en ámbitos estratégicos como los sistemas de mando y control, la guerra electrónica, los drones o los satélites de observación.
Aun así, ha citado a seis empresas como las encargadas de ser las principales puntas de lanza del nuevo ciclo inversor que tiene que acometer el Ejército de Tierra y que deben ser importantes para que España pueda dotarse de autonomía estratégica en el sector de la Defensa. Se trata de Indra, Escribano EM&E, GDELS-Santa Bárbara Sistemas, Urovesa, SAPA Placencia y Tecnobit-Grupo Oesía.
Precisamente la secretaria de Estado ha explicado que los nuevos programas de armamento terrestres están prácticamente listos para llegar al Consejo de Ministros después de varios meses de intensa colaboración con el Ministerio de Industria. Las grandes estrellas serán los nuevos sistemas de artillería autopropulsada, los sistemas lanzapuentes, los vehículos VAC y VERT o los radares de localización de fuego indirecto, entre otros.
En las últimas dos semanas el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha dado luz verde a un adelanto de 2.300 millones a Navantia para modernizar 7 buques y construir tres nuevos; un adelanto de 3.680 millones a Airbus para sacar adelante seis programas de cazas, aviones y helicópteros; y un adelanto de 350 millones a Indra y Airbus para avanzar en el desarrollo nacional del FCAS.
Amparo Valcarce ha insistido en la necesidad de seguir con el proceso de desconexión de la tecnología israelí, tras el veto decretado por el Gobierno. "Son muy pocos los programas, pero sí hay alguna tecnología afectada. Entre ellos, como usted muy bien ha señalado, el programa SILAM y el programa Spike. Los dos programas están ya dentro de una nueva fase del plan de desconexión, que es la reconversión de los programas", ha dicho.
"Estamos ya negociando, tanto con el Ejército de Tierra como también con la industria, las alternativas. Tenemos identificadas las alternativas con las empresas, porque aquí lo más importante es el diálogo y el acuerdo. Y nosotros lo que queremos es que las alternativas que nos están presentando las empresas cumplan una regla: tienen que ser una alternativa de tecnología española o europea", ha continuado.
El veto a Israel ha provocado la anulación de más de una veintena de contratos del Ministerio de Defensa desde principios del mes de septiembre. Primero se anularon el lanzacohetes SILAM y los misiles Spike LR2, después el designador láser para los cazas Eurofighter de los nuevos programas Halcón I y Halcón II, el pasado lunes 22 de septiembre, se anularon otros 19 contratos menores.
