Alberto Contador se muestra satisfecho de su actuación en la decimonovena etapa del Tour de Francia, en la que ha sido tercero. "No me arrepiento de nada. He corrido como me gusta y he afrontado la etapa sin presión, sólo para tratar de ganar. De haber ido en el grupo o de haber atacado sólo en el último puerto no tendría la misma satisfacción", ha dicho el ciclista de Pinto tras la ascensión a la mítica cima de las 21 curvas.
El madrileño asegura que se lanzó a por la victoria de etapa tras haber perdido el jueves todas las opciones de imponerse en la general, tras la ascensión al Galibier. "Hoy había que darlo todo, me he dicho 'que sea lo que Dios quiera'. Me daba igual ser quinto que vigésimo cuarto. Ha sido una pena no ganar aquí, pero todo lo que no fuera ganar la general me daba lo mismo", comenta.
Contador afirma que se marcha "con un sabor de boca buenísimo", aunque reconoce que su objetivo era ganar el Tour. "Me he divertido en la bicicleta, he corrido de forma diferente a otras veces en las que tenía que mirar cada segundo en la general. Me he dedicado a disfrutar y ha sido una pena no haber logrado la victoria de etapa", asegura.
También ha confesado que el jueves por la noche, tras haber perdido todas sus opciones de ganar el Tour, pensó en marcharse a casa, pero se marcó el reto de lograr una victoria en el Alpe d'Huez. "Funciono a base de motivaciones. Cuando estaba ayer en la cama pensaba que iba a pasar un Tour sin pena ni gloria y me daban ganas de irme a casa. Por eso hoy he intentado algo. Sabía que o bien se rompía la carrera o me dejaban marcharme. Y se ha roto", dice. "Hubiera sido más sencillo atacar en el último puerto, pero no me hubiera dejado igual de satisfecho", señala.
"Vine a ganar el Tour, pero sabía que conseguir el doblete con el Giro iba a ser muy difícil. Cuando perdí las opciones de victoria supe que hoy tenía que atacar. Es difícil afrontar el Tour con un calendario demasiado cargado. El Giro me ha pasado factura", agrega.
El madrileño dice que disfruta más cuando lo da todo y que, sin embargo, nada puede igualar la alegría de ganar el Tour. Contador atacó en el Telégraphe y en el Alpe d'Huez, pero no pudo conseguir la etapa. "El primer puerto era muy largo, creo que me ha pasado factura al final", dice.
El madrileño confesaba que en la etapa del Galibier, de 200 kilómetros, sufrió "una pájara" y se quedó "vacío en el último puerto". "Llevo todo el Tour a contrapie, con los cortes, con la obligación de recuperar tiempo, las caídas, los problemas en la rodilla, los esfuerzos de todo el año...", dice. Afirma, asimismo, que corrió para dar espectáculo para toda la gente que le apoya y que cuando estaba escapado pensaba en sus paisanos de Pinto.
Contador felicita al vencedor de la etapa, el francés Pierre Roland, y resaltó que el Tour queda muy abierto. "A Andy Schleck le queda un minuto y ha demostrado que está muy fuerte", asegura.