No apuntaba a mucho el duelo entre Polonia y Grecia, más allá de la habitual expectación por tratarse del primer encuentro de la Eurocopa. Sin embargo, polacos y griegos supieron mostrar su mejor versión y, ayudados por la actuación arbitral de Velasco Carballo, ofrecieron un espectáculo, digno de la inauguración del mejor campeonato del viejo continente.
Porque el partido tuvo de todo. Goles, polémica, expulsiones, penaltis, héroes, villanos... para terminar en unas tablas (1-1) que deja un sabor agridulce a ambas selecciones. Pudieron Grecia y Polonia llevarse la victoria. Pero también pudieron quedarse sin ningún punto. Al final, prevaleció aquello de que más vale sumar algo que quedarse sin nada, y los dos conjuntos dieron por bueno el empate.
Polonia deslumbra para apagarse
Sorprendió Polonia desde el comienzo. Quizá espoleados por su público, quizá motivados por jugarse en casa la posibilidad de ganar por primera vez un partido en una Eurocopa, los hombres de Smuda salieron a por todas desde el primer minuto. Fue sobre todo por la banda derecha, con la brillante conexión entre los jugadores del Borussia Dortmund Piszczek y Blaszczykowsi, donde más daño hizo el conjunto polaco.
Después de desperdiciar varias oportunidades, fue precisamente una jugada de Piszczek la que propició el primer tanto del encuentro. Lewandowski, la estrella del equipo, apareció solo por el corazón del área para rematar de cabeza y superar por bajo a Chalkias. Era el minuto 16, y el National Stadium de Varsovia enloqueció.
Mucho más lo hizo poco antes del descanso cuando, después de perdonar el 2-0, Grecia se quedo con un hombre menos. Velasco Carballo le mostró dos tarjetas amarillas a Papastathopoulos en apenas diez minutos. Ninguna de ellas lo era. Ya en el tiempo de añadido no señaló un claro penalti a favor de los griegos. Recital arbitral con sabor español.
Grecia reacciona
Lejos de venirse abajo, los griegos sacaron a relucir su carácter en el segundo acto, y se lanzaron a por el partido. Incomprensiblemente, Polonia se vino abajo, y entregó el balón. Y, como era previsible, Grecia igualó el marcador a los cinco minutos de la reanudación. Fue Salpingidis, que acababa de entrar en el campo, quien aprovechó un error del guardameta Sczesny en su salida.
Otro error del portero del Arsenal estuvo a punto de dar la victoria a los helenos. Una tardía salida terminó en su expulsión, tras cometer una clara falta dentro del área de nuevo sobre Salpingidis. Pero Karagounis, probablemente el mejor jugador del partido, desperdició la oportunidad.
A partir de ese momento las dos selecciones firmaron una especie de tregua, y ninguna de ellas se atrevió a lanzarse a por el partido. Más vale un punto que nada, debieron pensar. Al fin y al cabo, con este resultado ambas dependen de ellas mismas para pasar a la siguiente fase. Algo que nunca han logrado los polacos. Algo con lo que vuelven a soñar los griegos, que ocho años después disputaron un partido inaugural de una Eurocopa. Y todos recuerdan cómo terminó su andadura en Portugal 2004.
Ficha técnica
Polonia, 1: Szczesny; Piszczek, Wasilewski, Perquis, Boenisch, Murawski, Polanski, Blaszczykowski, Obraniak, Rybus (Tyton, m.70) y Lewandowski
Grecia, 1: Chalkias; Torosidis, Papastathopoulos, Avraam Papadopoulos (Kyriakos Papadopoulos, m.36), Holebas; Maniatis, Katsouranis; Karagounis; Ninis (Salpingidis, m.46), Gekas (Fortounis, m.68) y Samaras
Goles: 1-0, m.16: Lewandowski; 1-1, m. 50: Salpingidis
Árbitro: Carlos Velasco Carballo (España). Enseñó cartulina amarilla a Holebas (m.45) y Karagounis (m.53). Expulsó por doble cartulina amarilla a Papastathopoulos (minutos 34 y 43) y a Szczesny (m.69)
Incidencias: Partido inaugural de la Eurocopa 2012, disputado entre las selecciones de Polonia y Grecia, en el estadio Nacional de Varsovia ante 50.000 espectadores