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El canto del cisne de Miguel Ángel Gil

Cordon Press
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Hasta el jueves, y en lo tocante al asunto arbitral, el discurso del Cholo Simeone había sido muy coherente: él decía que nunca hablaba de los colegiados… y lo cumplía a rajatabla, no hablaba de ellos. Y, salvo aquella metedura de pata suya cuando dijo que aquella Liga que al final acabó ganando el Barcelona estaba peligrosamente preparada para el Madrid, también había sido siempre respetuoso con su rival. Y digo con su rival y no con sus rivales porque Simeone sólo tiene un rival, sólo tiene un adversario en el mundo, y ese no es otro que el Real Madrid. Yo no sé si eso es así desde que Mendoza prefirió fichar a Fernando Redondo en vez de traérselo a él desde el Sevilla o todo arranca de las dos finales de Champions perdidas pero el caso es que Simeone, que es cierto que hasta el jueves fue coherente, sólo tiene un rival, que es el Real Madrid. Y debe ser que, ya con todo perdido y consciente de que le queda en el Atleti la información del tiempo de un Informativo, el otro día todo saltó por los aires, fue algo así como el canto del cisne del Cholo.

Y a última hora del viernes, y puesto que Simeone había insistido mucho en afirmar que a nadie le importaba nada que el árbitro no hubiera mostrado la segunda cartulina amarilla a Ceballos, en lo que yo entendí que era una clara referencia a la propiedad del Atleti, Miguel Ángel Gil, forzado por las circunstancias, emitió un comunicado plagado de insidias, faltas de respeto, ausencia de fair play y falta de educación hacia el Real Madrid. El Real Madrid, naturalmente, no ha respondido, más que nada porque Florentino Pérez (y no digo esto con ánimo de ofender a nadie sino con el único objetivo de describir la situación) no considera a Miguel Ángel Gil. Y cuando digo que el Real Madrid, naturalmente, no ha respondido, no lo hago con admiración sino, de nuevo, describiendo una situación con la que, por cierto, y aunque tampoco importe, yo no estoy de acuerdo.

El sábado posterior al viernes del comunicado, y desde los perfiles oficiales del club, se emitió un extracto, creo que de la película Amélie, en la que un niño dice eso de "cuando un dedo apunta al cielo, el tonto mira al dedo". Y, efectivamente, el dedo es la segunda cartulina amarilla que el árbitro no le mostró a Ceballos y el cielo es tan amplio que en él caben el Sol del entrenador mejor pagado del mundo, las estrellas del futbolista más caro de la historia del club teniendo que salir cedido y por la puerta de atrás porque ése mismo entrenador ha sido incapaz de hacerlo rendir en condiciones, los planetas de la temprana eliminación de Champions en el mismo grupo que Oporto, Leverkusen y Brujas y la Luna de quedarse fuera de Europa. Y si, como decía este mediodía Sergio Valentín, ha habido muchos aficionados colchoneros que han comprado la teoría de la conspiración, lo cierto es que el Atlético de Madrid los estaría llamando tontos a todos porque ellos sí que están mirando el dedo mientras el club se resquebraja deportivamente hablando.

Por tratar de seguir el difuso hilo argumental del cómico comunicado de Gil: este caballero se convierte en director general del Atleti en 2002; desde entonces, el Barcelona ha ganado diez Ligas, el Real Madrid seis, el Valencia una y su equipo, el Atlético de Madrid, dos. De ser éste, como sugiere él, un sistema corrupto, a quien más habría beneficiado sería al Barcelona, luego al Madrid y, después, a su Atlético de Madrid. Si el Real Madrid infunde respeto, el Barcelona más. Si el Real Madrid tiene poder, más poder tiene el Barcelona. Si, como él apunta, el Real Madrid maneja, el Barcelona maneja más que el Real Madrid . Y luego, después de los dos transatlánticos, maneja, infunde respeto y se beneficia más que el resto el Atlético de Madrid. Pero leo y releo el comunicado, lo miro por delante y por detrás, y Gil no habla del Barcelona sino sólo del Madrid. ¿Por qué? Muy sencillo: porque con los Gil al frente, y probablemente por eso de que el enemigo de mi enemigo es mi amigo, el Atleti se ha convertido en un satélite culé, un despacho azulgrana en la capital, un filial del Barça.

Y, mientras los seguidores colchoneros miran al dedo, Gil empieza a entonar el adiós que me voy. Porque, en el fondo, el comunicado del viernes, que nos retrotrae a otro Gil, en este caso a su padre Jesús, es también su particular canto del cisne. Ya está en el puesto 67 de la lista Forbes de las mayores fortunas de España con 400 millones de euros. El Real Madrid sirve igual para un roto que para un descosido y es tan grande que su mera existencia puede justificar el fracaso rotundo de un entrenador profesional de fútbol que cobra casi 4 millones de euros brutos al mes y un CEO que tiene al Atleti fuera de todo. ¿Y si por fin dejáis de mirar al dedo?

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comentarios
1 panyvino, día

8

¡Pole!

2 panyvino, día


Joder, he tenido que hacer ingeniería informática para pueriles y que ¡chachi! puedo escribir comentarios a las 20:38 del lunes 30/1/23

3 panyvino, día


Se han comido "Escribir comentario" y no sólo no aparece, sino que los comentarios que estoy escribiendo tal vez nunca los lea nadie.

¡Lo nunca visto!

4 panyvino, día


Se han comido "Escribir comentario" y no sólo no aparece, sino que los comentarios que estoy escribiendo tal vez nunca los lea nadie.

¡Lo nunca visto!


Ya ha vuelto a hacer de las suyas el informático de turno.

Los comentarios en el hilo siguiente son míos. No creo que de momento lo vayan a solucionar, así que tendremos que seguir escribiendo por aquí.

Esto es culpa de la Agenda 2030 (Dos mil treinta) seguro. 😡 😡 😡 😡 😡 😡 😡