
La remodelación del Spotify Camp Nou, uno de los proyectos de infraestructura deportiva más importantes de Europa, atraviesa un momento crítico fuera del terreno de juego. Apenas un mes tras su reapertura y durante las últimas semanas han salido a la luz duras denuncias de trabajadores subcontratados por la constructora turca Limak, encargada principal de las obras, que aseguran estar sometidos a condiciones laborales abusivas. Según están poco a poco dando a conocer, los trabajadores vivían jornadas de hasta 12 horas diarias, seis y hasta siete días a la semana, ausencia de vacaciones, salarios indignos y falta de cotización a la Seguridad Social...
Cuando han empezado a salir a la luz las diferentes acusaciones, se ha puesto el foco en varias empresas subcontratadas, especialmente Extreme Works UAB, y han activado la actuación de la Inspección de Trabajo de la Generalidad de Cataluña, que ya investiga posibles infracciones graves en la contratación de personal.
Trabajar "sin papeles" y sin contrato
Según denuncian sindicatos como Comisiones Obreras (CCOO), muchos de los trabajadores empleados en las obras son de origen extranjero, principalmente turco, y carecen de permiso de trabajo en España. Algunos disponen de permisos de residencia de otros países de la Unión Europea, en ciertos casos caducados, pero eso no les habilita legalmente para trabajar en territorio español. De hecho, según explica Carlos del Barrio, portavoz de la federación de construcción de CCOO, "el sistema está muy bien diseñado para aparentar legalidad".
Desde el sindicato explican que los operarios son reclutados en origen y desplazados a España bajo el argumento de acuerdos internacionales, algo que niegan rotundamente. "Les enseñan tarjetas verdes del espacio Schengen y creen que con eso pueden trabajar, pero no funciona así", advierte Del Barrio. La consecuencia directa es que muchos de estos trabajadores no tienen contrato escrito. Generalmente, tanto la contratación como los despidos se realizan de forma verbal, sin ningún documento que acredite la relación laboral, lo que implica que no han cotizado y que no tendrán derecho a indemnización.
Despidos tras las protestas
La tensión se disparó hace ya un tiempo tras las movilizaciones de trabajadores en los accesos del Camp Nou, donde decenas de operarios protestaron para denunciar una veintena de despidos previos y su situación administrativa irregular. Apenas un día después, 14 trabajadores más fueron despedidos por Extreme Works UAB, al finalizar su turno y mediante un intérprete que leyó un comunicado de la empresa.
Desde CCOO denuncian que el objetivo es forzar el retorno de cerca de 50 trabajadores a Turquía sin garantías. "En el momento en que pisen territorio turco, su capacidad de defenderse se verá mermada", alertan desde el sindicato, que exige su alta inmediata en la Seguridad Social, la regularización de salarios y la aplicación de mecanismos extraordinarios de regularización previstos en el reglamento de extranjería.
Investigaciones y sanciones en marcha
La Inspección de Trabajo ya ha actuado en varias ocasiones en las obras. Por ejemplo, el pasado 25 de septiembre, una veintena de inspectores se personaron en el Camp Nou y detectaron la presencia de múltiples trabajadores sin los permisos necesarios. Según fuentes de la Consejería de Empresa y Trabajo, se están elaborando actas de infracción por cada empleado en situación irregular y las actuaciones siguen abiertas.
Como resultado de investigaciones anteriores, ya se han impuesto sanciones relevantes. Tanto es así que una de las subcontratas ha sido multada con cerca de un millón de euros, y el total de sanciones y requerimientos derivados de las inspecciones ronda los dos millones. Además, en julio de 2024 se regularizaron alrededor de 1,5 millones de euros en salarios impagados o mal abonados a casi 1.100 trabajadores subcontratados.
Salud, presión y responsabilidad
A este conflicto laboral se ha sumado recientemente la investigación de un caso de tuberculosis en un trabajador vinculado a las obras, lo que ha incrementado la preocupación por las condiciones generales de trabajo, aunque las autoridades sanitarias lo consideran un caso aislado.
Desde el FC Barcelona, el club sostiene que la responsabilidad directa recae en las empresas contratistas y subcontratistas. La entidad asegura mantener una colaboración constante con Limak para garantizar el respeto a los derechos laborales y recuerda que el proyecto ha movilizado a cerca de 3.500 trabajadores. No obstante, desde el sindicato acusan al club de haber hecho "oídos sordos" ante las denuncias, señalando la fuerte presión existente para reabrir el estadio.
Mientras las investigaciones continúan, la reforma del Camp Nou avanza contrarreloj. Sin embargo, la acumulación de denuncias, despidos y sanciones ha convertido la obra en un foco de polémica social y laboral que amenaza con empañar un proyecto clave para el futuro del FC Barcelona.

