Sólo 24 horas después de la derrota ante los Rockets en el Toyota Center de Houston, Los Angeles Lakers han recuperado la sonrisa al ganar por 87-103 a los Hornets en el New Orleans Arena, en una noche especial para el escolta Kobe Bryant.
A 1:19 minutos para el final del segundo cuarto, Bryant se convertía en el jugador más joven de la historia de la NBA en alcanzar los 30.000 puntos y el quinto que lo logra tras los míticos Kareem Abdul-Jabbar (38.387), Karl Malone (36.928), Michael Jordan (32.292) y Wilt Chamberlain (31.149).
Al margen de la nueva marca conseguida por el escolta, que acabó el partido con 29 puntos, los Lakers han roto una racha de dos derrotas consecutivas tras los sinsabores vividos frente a los Orlando Magic (103-113) y los Houston Rockets (107-105). "Es algo muy especial poder estar al lado de nombres que lo han sido todo dentro del baloncesto", declaraba Byrant, que también aportó seis rebotes y cuatro asistencias. "Pero ahora lo importante es la recuperación y las victorias del equipo".
El pívot Dwight Howard ha logrado 18 tantos (7/11 en tiros de campo, 0/0 en triples y 4/8 desde la línea de personal), siendo el segundo máximo encestador del equipo, mientras que el ala-pívot Antawn Jamison, de nuevo titular ante la baja por lesión de Pau Gasol –sufre una tendinitis en las dos rodillas–, ha cumplido al aportar 15 puntos, cuatro rebotes y una recuperación de balón.
El factor positivo en el juego de los Lakers ha sido el buen rendimiento que ha tenido en los dos últimos partidos el base Chris Duhon, responsable de la dirección del juego, al repartir diez asistencias. Pero donde los Lakers estuvieron mejor en comparación con el partido de la noche anterior frente a los Rockets fue en el control del balón al perderlo sólo nueve veces frente a las 18 pérdidas que registraron en el Toyota Center de Houston.