La delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, ha declarado que la cantidad de droga robada en el depósito de Cádiz superó los 300 kilos, "en su mayor parte cocaína".
Crespo ha dicho que este tipo de almacenaje supone "un peligro tremendo", por lo que el Ministerio del Interior y el Consejo General del Poder Judicial trabajan desde "hace nueve meses" para que estos depósitos se "minimicen", de cara a que solo se guarden unas muestras, las necesarias para la investigación judicial. Igualmente, señaló que se ha abierto "una investigación para esclarecer lo ocurrido hasta las últimas circunstancias". La delegada mostró su preocupación por la proliferación de este tipo de delito.
El "protocolo" de la droga
¿Qué ocurre con la droga que se decomisa en las operaciones de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado? Por ejemplo, ¿qué se hizo con los 600 kilos de hachís aprehendidos a una red hispano-irlandesa cuyos responsables fueron puestos en libertad por escuchas ilegales? Pues estuvo en el depósito dos años y medio.
ABC publica este martes un itinerario de la droga tras su decomiso. "Cuando los agentes aprehenden un alijo, se deben tomar diversas muestras que se envían a las unidades territoriales del Ministerio de Sanidad, dependientes de las correspondientes Subdelegaciones del Gobierno, para que las analicen y confirmen científicamente que es un estupefaciente. Los resultados de estas investigaciones son la principal prueba de cargo contra los narcotraficantes en los juicios, por lo que la cadena de custodia es clara. No obstante, esta investigación también establece la cantidad de los componentes del estupefaciente, revelando su huella química y ayudando a los agentes a determinar si una incautación puede pertenecer a un determinado alijo."
Después, la droga queda en custodia a la que espera de que la autoridad judicial decida su incineración en centros de tratamiento de residuos y bajo fuertes medidas de seguridad. Pero no hay un plazo fijado para el almacenamiento. Unos jueces pueden autorizar su destrucción en días y otros pueden tardar años dando pie al estudio por parte de delincuentes especializados de la localización y forma de sustraer dicha droga. En el caso del robo de Málaga, no hubo autorización judicial para destruir la droga.
La droga, en ese caso, estaba en un depósito dependiente del Ministerio de Sanidad, situado a 300 metros de un cuartel de la Guardia Civil, en demarcación de la Policía Nacional y vigilado por una empresa de seguridad privada a tiempo parcial.