"Jordi Pujol Ferrusola esconde su dinero en Suiza como marmolista", titula El Mundo. Pedro J. ya se lo toma con humor. "La familia y uno Mas, en versión catalana y con exteriores en Suiza", aunque "todos los caminos conducen a Oriol".
Carlos Cuesta nos advierte para que no nos llevemos un chasco de que Mas y Duran son tal para cual. "Artur Mas amenaza. Duran Lleida pasa la boina". Duran con su cara de no haber roto un plato en su vida y "en su cínico papel de poli bueno, pretende llenar la despensa antes del reto del soberanismo (...) En CiU nadie encontrará la racionalidad ni la moderación. Palabras ausentes en un diccionario, el nacionalista, que parte de un racista sentimiento de superioridad", vete tú a saber por qué ni de dónde se lo han sacado.
Jiménez Losantos dice que "hay dos grupos de reflexión político-mediática" sobre Cataluña. Uno quiere "que España siga como hasta ahora, sin tocar la Constitución inoperante ni la partitocracia trincante, un milagro que creen posible si Jordi Pujol se compadece de Madrit". A este grupo pertenece El País. Y otros que creen que "Duran i Lleida es el que puede frenar la independencia", pero qué candidez. Federico les baja de las nubes. "Cataluña dejó de ser parte del estado español, al que execra, hace ya mucho tiempo", tontainas, que no os enteráis. Y si no habla de la bruja de Pujol, la pitonisa Adelina revienta. "El Consejo de Estado debería ver a la andorrana bruja Adelina, esa que Pujol visitaba obsesivamente para conocer su futuro". Y si no cuenta lo del huevo le da algo. "Tras pasárselo por el cogote, Adelina rompía un huevo: si salía negro, se había llevado lo negativo de Pujol. Pues que Adelina prediga con Xavi Hernández y Herrero de Miñón el futuro del fuero".
Casimiro García-Abadillo forma parte del segundo grupo y cree que si no se ha firmado el pacto Mas-Junqueras ha sido por Duran. "Es evidente que a los democristianos les asusta pactar con unos republicanos subidos a la parra", pero lo cierto es que importa una higa lo que quiera Duran porque "Mas quiere darse prisa en firmar con ERC, al coste que sea" y es el que parte el bacalao.
La Razón aporta otro detallito sobre las corruptelas de Oriol Pujol, ese elemento. "Oriol Pujol y Blanco iban a ser socios en el negocio de medicamentos de Dorribo". También forma parte del segundo grupo político-mediático de Federico. "El Gobierno de Rajoy está seriamente preocupado por las negociaciones entre CiU y ERC", aunque confía en que "dirigentes moderados como Duran actúen de contrapeso eficaz al extravío de Mas y que la opinión del empresariado catalán sea tenida debidamente en cuenta y se evite el pacto con los radicales de ERC", esperan ilusionados.
ABC tiene otro pellizquito para Oriol. "Amigos de Oriol Pujol estudiaron lucrarse con la privatización de las cárceles". ¿Pero este tío no descansa nunca. En el periódico de Vocento andan más preocupados por lo que se cuece en el PSOE que por lo que se fríe en Cataluña. "El PSOE tiene un lío, y quizá por eso Rubalcaba se refugia en Dios. Pero Dios no le va a decir nada que él no sepa ya. Lo único cierto, y para eso no hace falta que el Cielo se pronuncie, es que la oposición visible radica en Tomás Gómez, un bobo de la política que de fracaso en fracaso trabaja para que llegue Carmen Chacón".
En El País ni PSOE, ni Cataluña, ni corrupción. Parece que quieren hacer las paces con Gallardón y le dedican su portada. "Gallardón ofrece al PSOE un consejo del Poder Judicial menos partidista". Y aunque había prometido que los consejos sobre cómo lidiar con la crisis para que esta llegue a buen puerto se limitarían a tres, parece que se han gustado y hoy hablan de recortes y estado del bienestar. "Ante una situación tan alarmante resulta imprescindible que los gobiernos ideen fórmulas para elevar los ingresos y ahorrar gasto". ¡No! Rajoy, cómo no se te ocurrido antes. Anda, corre y pregunta a El País.
La Gaceta también tiene su corrupción, no vayan a creer, y también catalana, por cierto. "Felip Puig, acorralado. El número dos de Artur Mas recibió presuntamente 284.850 euros de la mafia de los subasteros". Convergencia es un "estercolero", dice. "El paisaje que resulta de todo esto es estremecedor: un escenario de corrupción institucional como nunca antes se había visto". Vale, vale, pero ¿hay algún juez por ahí?