El cese fulminante del jefe de la Comandancia de Madrid de la Guardia Civil, el coronel Diego Pérez de los Cobos, por no facilitar a la cúpula del Ministerio del Interior información sobre el informe que se había elaborado para la causa judicial sobre el 8-M, ha terminado poniendo contra las cuerdas a los máximos responsables del departamento, con el propio ministro a la cabeza, y con la directora general del Instituto Armado en una situación muy difícil.
Por un lado, porque ha quedado de manifiesto que Fernando Grande Marlaska mintió durante la pasada semana tanto en el Congreso de los Diputados como en el Senado al decir que el cese de Pérez de los Cobos no estaba bajo ninguna circunstancia relacionado con la investigación judicial del 8-M, y que únicamente se debía a una simple reestructuración en el seno del Instituto Armado.
"Ni este ministro, ni nadie del Ministerio del Interior, ni nadie de la Dirección General de la Guardia Civil ha pedido al coronel Pérez de los Cobos ni el informe ni datos del informe sobre el 8-M", llegó a decir el pasado viernes en la Cámara Alta.
Por el otro, porque la juez del Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid, Carmen Rodríguez-Medel, advirtió la pasada semana que tomaría medidas legales si el cese del coronel Pérez de los Cobos estaba relacionado con el intento de que filtrase un informe judicial que ella había encargado y del que los agentes de la Policía Judicial no podían informar en ningún momento a sus mandos.
En una nota interna de la Guardia Civil, que ha adelantado este martes El Confidencial y que está firmada por María Gámez, directora general del Instituto Armado, se certifica el cese de Pérez de los Cobos y se asegura que el mismo se produce por "no informar del desarrollo de investigaciones y actuaciones, en el marco operativo y de Policía Judicial, con fines de conocimiento". Es decir, precisamente lo que Interior mantenía que no había pasado.
La citada nota, que tiene el sello de reservado, está fechado el pasado domingo 24 de mayo a las 22.14 horas de la noche y su asunto es "elevando propuesta de cese en el destino".
Interior matiza su versión de los hechos
Ante la evidencia de los hechos, el Ministerio del Interior se ha visto obligado a difundir una nota en la que rectifica y matiza la versión de los hechos que llevaba manteniendo la última semana, en la que los partidos de la oposición han pedido la dimisión de Marlaska tanto en la Cámara Baja como en la Cámara Alta, y que decía que el cese era únicamente parte de una reestructuración en la Guardia Civil para conformar nuevos equipos y que no tenía nada que ver con el informe.
Ahora el departamento de Marlaska ya reconoce que el informe elaborado por los agentes de Policía Judicial de la Comandancia de Madrid está relacionado directamente con el cese de Pérez de los Cobos, pero dice que el mismo se debe a que el alto mando de la Guardia Civil no informó de la realización del citado informe y no a que el alto mando se negase a facilitar datos sobre el informe.
"El cese del coronel Pérez de los Cobos se enmarca en el proceso de remodelación de la Guardia Civil y se concreta, como se explicita en la propuesta de cese, por una pérdida de confianza derivada, entre otros, porque se incumplió el procedimiento de comunicación de actuaciones, a los solos efectos de conocimiento, no del contenido de las mismas, que se debe a la dirección de la Guardia Civil a través de la cadena de mando", dicen desde Interior.
"La confianza es un elemento nuclear en un cargo como el que ocupaba el coronel, para el que fue nombrado de forma discrecional, y que para el que se necesitan las más altas cotas de neutralidad, profesionalidad y comunicación. Sin estos elementos, no se puede desarrollar el trabajo diario de forma óptima", añaden desde el departamento de Marlaska.
La mayor crisis interna desde Roldán
El cese fulminante de Pérez de los Cobos ha provocado en el seno de la Guardia Civil una de las peores crisis de su historia, cada vez más comparable a la que precedió al descubrimiento de que el ex director general Luis Roldán –que llegó a sonar como candidato a ministro del Interior con Felipe González– había saqueado las arcas del cuerpo durante los siete años que estuvo al frente del Instituto Armado.
El hecho de no poder salvar de la destitución al coronel Pérez de los Cobos, que actuó en todo momento de acuerdo a la legalidad, provocó la dimisión del Director Adjunto Operativo (DAO) del cuerpo, el teniente general Laurentino Ceña, el número dos en el escalafón del cuerpo y solo por detrás de la directora general, María Gámez, un puesto este último de designación política.
Unas horas más tarde se producía también la salida del número tres de la Guardia Civil, el teniente general Fernando Santafé, que había quedado en una situación muy difícil. Por un lado, porque el elegido para sustituir a Ceña fue un general con menor rango que él, y por otro lado porque fue señalado como uno de los generales que llamó a Pérez de los Cobos para pedirle información sobre el contenido del informe.