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La Generalidad da a Torra máxima cobertura para que ejerza de presidente en la sombra

Torra utiliza el palacio de Pedralbes para reunirse con Bassa y Forcadell y cobrará 120.000 euros al año a pesar de la inhabilitación.

Torra utiliza el palacio de Pedralbes para reunirse con Bassa y Forcadell y cobrará 120.000 euros al año a pesar de la inhabilitación.
El expresidente de la Generalidad, Quim Torra, con Carme Forcadell y Dolors Bassa. | EFE

Quim Torra ya no es presidente de la Generalidad, pero como si lo fuera. Mantiene guardaespaldas, coches, personal administrativo a su servicio y el palacio de Pedralbes para sus reuniones y despachos. El palacio de la Generalidad parece territorio vedado para Torra y para informar de su agenda ha abierto una cuenta en Telegram, pero su primer día como expresidente autonómico ha sido como un día cualquiera como presidente de la Generalidad.

Torra ha visitado a los presos golpistas en Lledoners en calidad de autoridad en ejercicio y ha recibido a Dolors Bassa y Carme Forcadell en el palacio de Pedralbes que la Generalidad ha puesto a su disposición. Tal palacio es el que utilizaba Puigdemont cuando quería mantener en secreto sus reuniones.

Las golpistas presas, a diferencia de sus compañeros, disfrutan del tercer grado porque su juez de vigilancia penitenciaria decidió no suspender su aplicación en espera de lo que dictamine el Supremo, a diferencia de lo ocurrido con Junqueras, los Jordis y demás varones.

Además del encuentro presencial con las presas, Torra ha mantenido desde las instalaciones de Pedralbes otro encuentro telemático con los fugados. El expresidente ha aprovechado también el día para lanzar duros mensajes contra el Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. De entrada, ha exigido la amnistía para los golpistas y después ha puesto como condición para que se vuelva a reunir la mesa de diálogo que conste por escrito que se debatirá el "derecho de autodeterminación" de Cataluña. "Ya basta de fotos", ha enfatizado.

Disquisición con el BOE

En paralelo, el Ejecutivo autonómico, que está en funciones, ha remitido un escrito al Gobierno a fin de que comunique la previsión de publicación en el BOE del Real Decreto de cese de Torra, ya que según un informe de los servicios jurídicos de la Generalidad se requiere de la notificación en el BOE del cese para que el Govern y el "vicepresidente sustituto" puedan ejercer con la máxima seguridad jurídica.

El secretario del Ejecutivo catalán ha solicitado un informe al gabinete jurídico de la Generalidad para que le guíe sobre cómo proceder en el caso de que el Gobierno no publique en el BOE el cese de Torra. Además, la defensa del cesado ya ha presentado recurso ante el Tribunal Constitucional con la petición de que se levante la inhabilitación mientras no se hayan agotado todas las vías jurídicas.

Por otra parte, la agenda de Torra incluye para el miércoles por la tarde el homenaje en el Parlament promovido por Junts per Catalunya (JxCat) y ERC, una sesión en al que Torra acudirá como invitado pero en la que previsiblemente ocupará el que fuera su escaño y no la tribuna de invitados.

Pelotazo salarial como expresidente

Tampoco notará en exceso Torra las diferencias entre ser presidente autonómico y expresidente en materia de sueldo. El presidente de la Generalidad es con diferencia el cargo público mejor pagado de España, con un sueldo de 153.000 euros anuales. Bien lo sabe Torra porque durante su mandato se subió el sueldo dos veces, la primera de ellas para alcanzar los 146.000 euros y la segunda para redondear en 153.000. Y de igual modo procuró un aumento de los emolumentos de sus antecesores en plena pandemia.

Hechos los cálculos según la ley que rige el estatus de los expresidentes de la Generalidad, Torra, de 57 años y tras ejercer durante 28 meses como president, se garantiza un salario anual de 120.000 euros durante los próximos cuatro años. A partir de ahí y hasta la jubilación, pasará a cobrar unos cien mil. Cuando cumpla 65, le quedará una pensión de 92.000 euros.

Además de tal retribución, Torra tendrá derecho a un despacho de expresidente con tres personas a su cargo, escolta, chófer y una partida variable para gastos de representación. Al parecer, su intención es que el despacho se establezca en Gerona.

La inhabilitación para cargo público durante un año y medio por su contumaz desobediencia, según el fallo del Tribunal Supremo, no afecta para nada a estas condiciones. Torra, igual que Mas en su día, ya disfruta de estas peculiares condiciones. Sólo tiene que decir dónde y cómo quiere el despacho, en qué cuenta se le tiene que ingresar la nómima y qué funcionarios pretende que sigan a su servicio.

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