
A pesar de la gran cantidad de contradicciones en las que ha incurrido desde que fue interrogado por primera vez, la jueza de Instrucción número 5 de Valladolid ha dejado en libertad y sin cargos a Óscar, el principal sospechoso de la muerte de Esther López y la última persona que la vio con vida antes de su desaparición el pasado 13 de enero.
El joven, amigo de la familia de la víctima y muy especialmente de su hermana, comparecía este lunes en los juzgados después de que hayan trascendido innumerables inconsistencias de su relato: horas que no cuadran, viajes entre Traspinedo y Valladolid de los que no había informado a la Guardia Civil y movimientos sospechosos en su teléfono móvil.
Mantiene que la dejó con vida
Al ser preguntado por todo ello, Óscar se ha limitado a responder con frases como "no puede ser" o "no tengo explicación" y ha reiterado que la noche de autos dejó con vida a Esther en el cruce de la N-122 en el que se encuentra el restaurante La Maña, muy cerca de donde finalmente apareció el cuerpo de la joven 24 días después.
Tras casi una hora de interrogatorio, la juez ha decidido dejarle en libertad y sin cargos, siguiendo la petición del fiscal, que no había planteado medida cautelar alguna, al entender que aún no hay ni relato de los hechos ni indicios sólidos, sino meras sospechas.
La decepción de la familia de Esther
El abogado de la familia de Esther, sin embargo, había solicitado su ingreso en prisión provisional, eludible bajo fianza de 60.000 euros o una detención de al menos tres días hasta que los investigadores concluyeran su trabajo.
A su llegada a los juzgados, el propio letrado, Guillermo Ruiz Blay, se mostraba esperanzado por cuanto consideraba que "ya hay mucho esclarecido a los efectos de poder iniciar un procedimiento penal", tras recordar que un caso como el de Marta del Castillo, en el que ni siquiera se ha encontrado el cadáver, se saldó con una condena por asesinato.
"El hecho de que aún haya vaguedades no implica que no pueda haber condena. Aquí, el trabajo ha sido brillante y minucioso", sentenciaba el abogado, que esperaba que "la persona que hasta hace bien poco se declaraba amigo de la familia" fuese "capaz de alumbrar las pocas incertidumbres que aún quedan".
Las contradicciones que siguen sin respuesta
A pesar de la decisión de la juez, los investigadores están convencidos de su "posible implicación" en la muerte de Esther López o, cuanto menos, de que tiene "conocimiento de sus circunstancias", algo que, según la Guardia Civil, apuntan las numerosas "contradicciones" en las que Óscar ha ido incurriendo en sus anteriores testificales, sobre todo en lo relativo a la hora en la que se despidió de la joven.
El sospechoso sitúa ese momento entre las 2:30 y las 3:00 de la madrugada. Sin embargo, el geoposicionamiento de ambos móviles les sitúa a las 3:26 en la casa de Óscar o en sus inmediaciones. "Asumiendo que Esther no se habría separado de su terminal telefónico, ya que el mismo se localizó junto al cadáver de la víctima, estos posicionamientos y conexiones permiten aventurar que Esther habría llegado junto a Óscar a bordo de su vehículo hasta la vivienda de éste", apuntan los investigadores.
Las desconexiones casi al unísono de los móviles de ambos, que se pusieron en modo avión entre las 6:00 y las 9:00 también figuran entre las pruebas incriminatorias que barajan los agentes, ya que consideran que pudo hacerse para "evitar el geoposicionamiento de los dos terminales". A todo ello se suman los viajes que Óscar realizó entre Traspinedo y Valladolid el día después de la desaparición de la joven. En uno de ellos, el sospechoso volvió a poner su móvil en modo avión. En otro, optó por dejar el terminal en casa.
En estos momentos, no obstante, todavía son muchas las pruebas que están el aire. La más importante, el análisis de varias piezas del T-Roc de Óscar en las que se ha percibido el impacto de un golpe y que podría determinar si fue este coche el que atropelló mortalmente a Esther.
Los otros sospechosos
Hasta ahora, los investigadores habían mantenido también como principal sospechoso a Ramón, "El manitas", un pequeño traficante y viejo conocido de la joven. Sin embargo, hace unos días la juez instructora levantó su prohibición de salir de España. Su letrada se ha limitado hoy a decir que su cliente se encuentra muy "tranquilo, a la expectativa" y con ganas de que la muerte de Esther se esclarezca lo antes posible.
De su amigo Carlos -o Carolo, como le conocen en Traspinedo-, poco o nada se sabe. Aunque también ha estado en el punto de mira, él siempre ha tenido coartada. El propio Óscar declaró que se bajó del coche antes que Esther y que se fue en dirección a su casa. Sus hijos han corroborado que llegó a la vivienda y durmió allí aquella noche.


