
En la pasada madrugada, sobre las 4:30, un grupo de pasajeros que volaban en una avión de la compañía Pegasus que cubría el trayecto entre Casablanca y Estambul, trató de entrar de forma ilegal en España después de que una pasajera compinchada con los inmigrantes simulara estar de parto. El personal del avión solicitó aterrizar de emergencia en el aeropuerto de El Prat de Barcelona.
Nada más tomar tierra y abrirse las puertas de la aeronave, 27 individuos trataron de entrar en España de manera ilegal. La Policía Nacional y la Guardia Civil interceptaron a 14 de ellos, incluida la mujer que supuestamente había roto aguas. Otros 14 siguen en paradero desconocido.
Dos patrullas de la Guardia Civil y otra de la Policía Nacional así como los servicios médicos esperaban al avión en la pista de aterrizaje. Al abrirse las puertas, el grupo que había urdido el montaje trató de zafarse de los agentes. Catorce sujetos lo consiguieron. De los otros trece, cinco aceptaron seguir viaje a bordo del avión. Los otros siete, así como la mujer que simuló el paro, están a la espera del procedimiento de retorno.
La mujer fue conducida hasta un hospital de la capital catalana, donde se comprobó que no estaba de parto y se le dio el alta. Acto seguido fue detenida por la Policía e incluida en el grupo del que se está tramitando la expulsión.
En noviembre del pasado año se produjo un incidente similar en el aeropuerto de Palma de Mallorca. De nuevo una supuesta emergencia médica forzó un aterrizaje que sirvió para que un grupo de pasajeros entrara en España de manera ilegal.


