
El Mundo
"Ferraz endurece el cerco a Page para salvar su estrategia contra el PP: ‘Esta polémica no beneficia al PSOE’". "Despliega su artillería para blindar su mensaje de que el ‘antisistema’ es Feijóo". ¿Feijóo un antisistema? ¿Y en serio creen que eso se lo puede creer alguien? "Hasta ahora se usaban dardos. Se apuntaba, se lanzaba y se pretendía pellizcar al otro. Tú me pinchas, yo quizás te pinche. Ahora ya se despliega la artillería pesada. Cero bromas. Contundencia. Cañonazos", cuenta Raúl Piña. "Page, ante los barones del PP: ‘Sánchez no se va a volver a presentar a las elecciones, eso seguro’", cuenta Lamet. Es una frase suelta de una conversación privada, no se hagan ilusiones.
Dice el editorial que la amnistía " marca un punto de no retorno en la degradación moral del PSOE". La degradación moral del PSOE y sus votantes comenzó desde que eligieron a Sánchez secretario general. "Para satisfacer a sus socios, los socialistas han cruzado otra ‘línea roja’ que ellos mismos se habían marcado". Como dice Cristina Losada en Libertad Digital, las líneas rojas del PSOE son líneas móviles. "El presidente se muestra cegado por la voluntad de conservar el poder, aunque ello suponga quebrar los principios rectores del Estado de Derecho y enterrar el respeto a la discrepancia interna". Y la externa. Es un tipo peligroso, un déspota, no tiene nada que envidiar a Daniel Ortega.
Rafa Latorre aclara que "Page no controla a ningún diputado del grupo parlamentario. A Castilla-La Mancha le cambiaron las listas para las generales, igual que se lo hicieron a Aragón y a tantas federaciones sospechosas, para construirle a Sánchez una derrota a su medida". Los que le critican por no obligar a votar a los diputados manchegos contra Sánchez tienen aquí la explicación. "Lo que distingue a esta guerra de cualquier otra escaramuza anterior es que Page ha pronunciado las palabras de no retorno. No hay solución. Es irredimible desde que se ha atrevido a profanar el misterio mejor custodiado del sanchismo al sugerir que Sánchez es un perdedor". Pues es una forma de perder que a muchos les gustaría.
Federico Jiménez Losantos dice que "la invención de un terrorismo que no ataca los derechos humanos, obra del verdadero presidente del Gobierno de España, Carles Puigdemont, a través de su empleado Sánchez, es una burla a las víctimas del terrorismo". "Dice Bolaños que no se puede comparar con el terrorismo etarra. ¡Como si su Gobierno no hubiera pactado con los de la ETA antes que con Junts!". Ya se inventarán otro relato que cacarearán sus periodistas a sueldo para soltar a los, de momento, terroristas malos.
"Todo terrorismo dice matar por una buena causa. El islamista, para imponer su religión en todo el mundo; el comunista, para salvar a la humanidad del capitalismo. Pero, ante un terrorismo xenófobo y comunista, como el de la ETA, que siempre tuvo franquicia en Cataluña, sólo caben dos posturas: o se está con la víctima o con el verdugo". "Por la salvación futura de la Humanidad siempre han matado al humano presente que pasaba por ahí". Eso a Sánchez le da igual, él va a lo suyo.
Raúl del Pozo dice que "el presidente de Castilla-La Mancha, el único con mayoría absoluta, sabe que «echan a todo Dios que se opone» y a pesar de ello hizo saltar la chispa de lo que puede convertirse en fuego. Han empezado la revuelta y la desobediencia. A Pedro Sánchez no le siguen ya la memoria y la historia de su partido, y la rebelión puede ir a más". No ocurrirá, Sánchez y sus esbirros políticos y mediáticos dominan el terreno. Son una mafia.
El País
"El juez García Castellón maniobra para anular el blindaje de Puigdemont", dice el diario del régimen sanchista. ¿Pero no quedamos en que es el PP el que ataca a los jueces? Como no intervenga Europa en este desaguisado, que luego no se quejen del euroescepticismo. "La instrucción del ‘caso Tsunami’ avanza en paralelo a la tramitación de la ley de amnistía: acción política y reacción judicial", dice El País.
Luis Barbero, subdirector de Actualidad de EL PAÍS, dice que "tras las elecciones del 23 de julio, el PSOE alcanzó el convencimiento sobrevenido de la constitucionalidad de una ley de amnistía para los delitos vinculados al procés. Acostumbrado a surfear en la contradicción y a entender la política como un ejercicio de alto riesgo, el partido y el Gobierno de Pedro Sánchez empezaron a desplegar discursos y piruetas variopintas para amarrar los votos de Junts y del resto de sus aliados. El recorrido ha sido amplio. En un pasado no lejano el PSOE consideraba la amnistía una herramienta ajena a la Constitución y ahora ha asumido que encaja a la perfección y que además tiene efecto balsámico para desinflamar el conflicto independentista. Y en solo unos días, ha pasado de defender que la ley de amnistía recogería los delitos de terrorismo vinculados con el procés, salvo aquellos que tuvieran sentencia firme, a aceptar una enmienda que amplía la cobertura". Meras travesuras.
Y cumple a pies juntillas las órdenes de Bolaños de ir a por los jueces no sumisos. "Parece evidente que hay un juego del gato y el ratón entre el juez y los partidos que apoyan la amnistía y cada maniobra política es respondida con una maniobra judicial. Y de la misma manera que hacer leyes a medida es censurable, lo es también ahormar una investigación judicial a las decisiones políticas". "Es seguro que Puigdemont es responsable de tropelías y delitos variados (al menos los mismos por los que fue condenado Oriol Junqueras), pero resulta exótico sostener que es un terrorista por mucha animadversión social que se haya acumulado por su disparatada trayectoria. La frontera entre hacer justicia y hacer política debe ser nítida y bidireccional". Un azucarillo para Barbero, buen siervo de su señor.
ABC
"El juez del caso Tsunami no cede ante las maniobras del Gobierno". Todo lo contrario que El País. Esto es la guerra. Carlos Herrera estalla. "La necesidad de siete votos para mantenerse en el poder hace posible todo tipo de contorsiones conceptuales que llegan hasta donde jamás creímos que pudieran llegar. Los mismos que decían no se qué de líneas rojas hace cuatro días o que aseguraban que una amnistía jamás podría producirse son los que ahora, sin ningún tipo de vergüenza, afirman que ese terrorismo 'light' no atenta contra los derechos humanos. Y ello, no porque de repente hayan caído del caballo ante una revelación honrada como un rayo fulminante que les haga ver la verdad, sino por la miserable hambruna de poder que caracteriza al líder sanchista y a toda su recua de borregos, votantes y equipo de opinión sincronizada incluidos". Son los votantes los que tienen la responsabilidad de lo que está ocurriendo. Los que votaron a Sánchez pese a saber que era un miserable embustero capaz de vender a su madre por un voto.
" ¿Podemos hacer algo los ciudadanos no encuadrados en esta espiral reaccionaria? Indudablemente sí. En primer lugar no caer en la resignación melancólica y poner en práctica una resistencia civilizada y racional. Y segundo, aprovechar cada oportunidad de manifestación legítima para mostrar rechazo a la manipulación obscena de quienes nos pretenden débiles mentales. El día 28, domingo, manifestación en la Plaza de España de Madrid, a las 12 AM. Por un país de ciudadanos libres e iguales. Por ejemplo". No estoy segura de que sirve para algo, pero allí nos vemos.
Ignacio Camacho habla de Page, el protagonista de la semana. "Lo paradójico del caso es que su mayoría absoluta se vuelve minoría categórica en la correlación interna de fuerzas, dominada por Sánchez con hegemonía completa. Pero las circunstancias políticas dan muchas vueltas y esa inferioridad numérica puede invertirse el día en que al líder le abandone la buena estrella y los afiliados busquen la manera de salvar algunos muebles de la quema". Olvida Ignacio que los afiliados y votantes del PSOE están totalmente radicalizados, prefieren mil veces a Otegi y sus etarras, incluso a Puigdemont, y no digamos a ERC, que al PP. Y eso no va a cambiar cuando no esté Sánchez.
Álvaro Martínez dice que "el aparato sanchista le ha señalado la puerta de salida después de que el manchego haya decidido aliarse con tres autonomías del PP para hacer frente a los privilegios y mercedes (amnistía y dinerito) que Sánchez está dispensando a sus socios separatistas vascos y catalanes con el fin de que estos le aguanten en el poder, un chantaje como otro cualquiera. En tromba han salido en Ferraz y Moncloa a defender el muro". Siempre salen en tromba. Son como robots.
La Razón
"Sánchez ‘dispara’ a Page para que nadie más se mueva". ¿Y quién se va a mover? Le temen más que a un nublado, y no les falta razón. No tener miedo a Sánchez es una temeridad. "Moncloa dirige toda su artillería contra el presidente manchego. Dirigentes territoriales le llaman a escondidas para no sufrir la ira de Ferraz". A escondidas tengo que amarte, a escondidas como un cobarde, que cantaba Camilo Sesto. "Moncloa ha dado la orden de ‘disparar a matar’". "La complicidad con los dirigentes del PP sirve de munición a Moncloa para silenciar aún más cualquier atisbo de debate interno bajo la consigna de que quien lo haga se está situando al lado de la derecha y haciéndole el juego. Como Sánchez se sabe blindado por la militancia, más radical que nunca, esta es otra vía de negación del debate". Sí, Ignacio, esa militancia en la que tu confías está completamente radicalizada.
Dice José Antonio Vera que Óscar Puente, "el coco morado ha sido tocado por la espada sanchiana para aullar, meterle el dedo en el ojo cada día a Ayuso y asustar con sus muecas a quien ose respirar sin previo consentimiento". "Se elimina a quien critica por criticar sin autorización. Y se hace en la hoguera, a la vista del pueblo para dar ejemplo y propagar el miedo. Para extenderlo. Por eso no va a permitir Puente, inquisidor general de este nuevo Santo Oficio, que Page extienda su herejía más allá de los predios castellanos. Con Page hay que acabar ya. Por haber ganado por mayoría absoluta. Por hablar sin permiso. Por conspirador urdidor del contubernio del Ifema en Fitur. Y hay que hacerlo en público, a la vista de todos, empleando la hoguera mediática para que no haya duda del castigo que merece el delito ideológico y la heterodoxia emiliana". Esto no es ninguna novedad. Hoy le toca a Sánchez, pero ya lo han vivido muchos otros políticos, escritores, periodistas, todo aquel que ose disentir del dictador de Moncloa. Para que alguien niegue lo que está pasando en España.
Y Anson nos distrae con una de sus ocurrencias. "El presidente de Castilla-La Mancha tiene en sus manos la posibilidad de desmontar a Pedro Sánchez de su poltrona monclovita, a través de una moción de censura, naturalmente no en favor de Feijóo, sino de un presidente independiente comprometido a convocar inmediatamente elecciones generales. Pedro Sánchez, en fin, está jugando con fuego. Con el fuego Page. Y podría quemarse". Eso es una bobada, Anson, y lo sabes. Ningún socialista hará nunca una moción de censura a un presidente socialista. Tampoco pasaría al revés.


