Menú

El PNV contacta con Junts: busca un plan común porque cree que "Sánchez no aguantará dos años"

El PNV no está cómodo con el PSOE y sabe que cada minuto que continúa Pedro Sánchez en el poder crece el voto de Bildu.

El PNV no está cómodo con el PSOE y sabe que cada minuto que continúa Pedro Sánchez en el poder crece el voto de Bildu.
Reunión entre Ortuzar y Puigdemont en Waterloo. | PNV

Las consecuencias del hundimiento del PSOE en las elecciones gallegas empiezan a ser más profundas de lo imaginado. El PNV, también socio de Sánchez pero abiertamente cansado del apoyo de Pedro Sánchez a su principal enemigo —Bildu—, busca ya un entendimiento con sectores de Junts para alcanzar una postura común. Desde el PNV analizan el resultado gallego como un golpe duro a la línea de flotación de Pedro Sánchez y creen que "no aguantará dos años en Moncloa".

El PNV no descarta cambiar su apoyo y considera que la bajada de voto de Vox le puede hacer más fácil un apoyo al PP para dejar caer a Sánchez. Todo ello, a semanas de las elecciones vascas y de la negociación inminente de la postura del PSOE frente a Bildu y el PNV tras esas votaciones.

El PNV no descarta nada a estas alturas. No está cómodo con el PSOE y sabe que cada minuto que continúa Pedro Sánchez en el poder crece el voto de Bildu. Y esa es su mayor preocupación. No puede realizar este razonamiento en público porque supondría traicionar a su público más abiertamente separatista. Pero sí lo hace en privado. Y en privado ha contactado ya con sectores de Junts para tantear una postura común de cara a un escenario no descartable: un debilitamiento brutal de Sánchez que lleve a una parálisis legislativa y a un incumplimiento de las promesas al separatismo —amnistía y búsqueda de un mecanismo de referéndum separatista, aunque sea no vinculante—.

El PNV no ha sido el mayor postor de la independencia en este tramo final. Es más, uno de los arietes de este movimiento es Bildu, su gran competidor en el País Vasco y quien saca los réditos de los avances en la agenda separatista. Pero sabe que no puede admitir en público este razonamiento, y menos ante unas elecciones vascas como las que se celebrarán en un par de meses.

Pero eso no supone que no tenga claro que cada día que pasa su competidor crece gracias a Sánchez y que le espanta la política económica del PSOE. Y el PNV dispone de cinco diputados que pueden hacer caer a Sánchez en una hipotética moción de censura. Eso sí, a cambio de un enorme coste de imagen.

Y ahí entra la nueva estrategia: buscar una forma de separarse de Sánchez alegando que lo hacen por no haber cumplido con la promesa de una amnistía plena y la convocatoria de un referéndum separatista. Y para eso, necesitan a Junts.

Las elecciones gallegas abren un escenario incierto

Y es que las gallegas han abierto el escenario. Y ese escenario se completa con las elecciones vascas, donde Bildu ya ha anunciado que, si queda como primera fuerza, exigirá el apoyo del PSE-PSOE, algo que sacaría del Gobierno vasco al PNV y le dejaría a merced de Bildu de cara a investigaciones, acusaciones de corrupción, auditorías, etc. Y nada puede desear más Bildu que torturar políticamente al PNV.

El PNV sabe que esta posibilidad es real, que no moviliza a los jóvenes, que todos lo favores de Sánchez a Bildu dan alas a los proetarras y que, en este escenario, su partido tiene los días en el poder contados.

Por eso el PNV airea ahora estos contactos y movimientos: porque necesita hacerse fuerte frente al PSOE y marcar terreno de cara a las negociaciones cercanas entre Sánchez y Bildu para decidir el poder en el País Vasco.

Temas

En España

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Curso
    • Inversión
    • Securitas
    • Buena Vida
    • Reloj Durcal