
Pedro Sánchez se agarra al sillón como si no pasara nada, pese a la imputación de su mujer por tráfico de influencias. Sigue hablando de fango cuando la Audiencia Provincial de Madrid ha confirmado ya los indicios "objetivos" de delito. Pero casos como el suyo o de Begoña Gómez provocando en la inmensa mayoría de países dimisiones inmediatas de forma habitual. En Reino Unido, Italia, Alemania, Irlanda, Japón… En todas partes menos en la España socialista. Estos son algunos de los casos más recientes en los que por plagio de tesis, conflicto de intereses o tráfico de influencias han dimitido políticos. Por cierto, en la España previa a Sánchez políticos como Francisco Camps o José Manuel Soria dimitieron, el primero por casos de los que ha ido siendo declarado inocente uno tras otro; el segundo tras ser acusado políticamente de haber mentido sobre la relación de una empresa de su familia con Panamá.
Boris Johnson dimitió en junio de 2023 como diputado conservador por las fiestas en la época del covid. Armengol fue cazada de fiesta nocturna y, no sólo no dimitió, sino que es hoy presidenta del Congreso de los Diputados.
Franziska Giffey, ministra de Familia, Juventud y Mujer con Merkel (pese a ser socialdemócrata), dimitió en 2021 por sospechas de plagio de su tesis doctoral.
La ministra de Trabajo y Familia de Austria, Christine Aschbacher, dimitió en 2021 tras ser acusada de haber plagiado sus tesis universitarias y de doctorado.
El Parlamento Europeo pidió con los votos del PSOE la dimisión del primer ministro checo, Andrej Babis, por conflicto de intereses en el que incurrió después de que una empresa bajo su control recibiese fondos europeos. Begoña Gómez se ha apropiado para su sociedad privada de un software pagado con concurso público y financiación privada y aquí no pasa nada.
Dimisión de Dominic Raab como viceprimer ministro y titular de Justicia de Reino Unido en abril de 2023, en el Gobierno de Rishi Sunak. Estaba acusado de ocho casos de acoso laboral. Aquí los funcionarios hablan de que su trabajo bajo las exigencias del Ministerio que comandaba José Luis Ábalos parecía "el Cártel de Cali" y el presidente del Gobierno no ha llegado a dar explicaciones.
Túnez: el primer ministro Elies Fajfaj renunció cinco meses después de formar un Gobierno de coalición por un presunto conflicto de intereses por sus acciones en empresas relacionadas con el Estado. En la España de Sánchez, Indra le ha hecho un software a Begoña Gómez y no ha habido ni medio comentario del presidente.
El ministro de Economía lituano, Dainius Kreivys, presentó su dimisión en 2011 por conflicto de intereses al firmar ayudas de la Unión Europea que, entre otros destinatarios, beneficiaban a una compañía de la que su madre es accionista. Aquí se ha dado un rescate multimillonario al amigo (Javier Hidalgo) y aliado en negocios (Wakalua) de Begoña Gómez y no ha dimitido nadie.
La ministra de Industria de Italia, Federica Guidi, dimitió en 2016 tras ser acusada de conflicto de intereses por una ley para explotar un yacimiento petrolero de un socio suyo. Aquí Red.es dio diez millones a Carlos Barrabés con cartas de recomendación de Begoña. Y Carlos Barrabés montó el máster de Begoña Gómez y puso la sede física de Wakalua para que la OMT impulsara a la mujer del presidente.
Portugal: Antonio Costa dimitió tras ser imputado por prevaricación, corrupción y tráfico de influencias y la Justicia afirmó más tarde que no había indicios de delito. En España, la Audiencia Provincial de Madrid ya ha dicho que sí hay indicios "objetivos" de delito.
El ministro de Economía japonés, Akira Amari, presentó su dimisión en 2016 tras ser investigado por tráfico de influencias con una constructora. Aquí Sánchez dio a la OMT una sede gratis por 75 años y un regalo adicional de 24,4 millones en reformas y acto seguido la OMT apadrinó a Begoña Gómez.
El ministro de Justicia estonio, Kalle Laanet, dimitió en marzo de 2024 por haber alquilado un apartamento en Tallin a la empresa de su hijastro y haberle reembolsado el Estado los gastos: 12.000 euros. El software apropiado por Begoña vale 215.000 euros. Y no dimite nadie.
El primer ministro de Irlanda, Leo Varadkar, dimitió en marzo de 2024 como primer ministro y líder de su partido por perder en dos referendos convocados a raíz de su reforma constitucional. Aquí Sánchez desmonta el Estado de derecho y la Constitución con su amnistía y le da igual perder elecciones. No dimite pase lo que pase.
Febrero de 2024: dimite el ministro de Salud escocés, Michael Matheson, por 13.000 euros en itinerancia de datos de su iPad oficial. Aquí Sánchez se hace itineraria de él mismo en Falcon y no da ni los datos.

