La Guardia Civil ha protagonizado este fin de semana un espectacular rescate en la Montaña Irene, en las Peñas de Riglos, Huesca, donde un escalador francés de 29 años sufrió una grave contusión en el tobillo tras golpearse con una roca. El alpinista, que se encontraba a más de 100 metros de altura, quedó inmovilizado y tuvo que solicitar asistencia de emergencia.
El Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) de Huesca, junto con la Unidad Aérea de la Guardia Civil y personal sanitario del 061, acudieron rápidamente al lugar del incidente. Debido a la complejidad del terreno y la imposibilidad de realizar un rescate por rápel, fue necesario desplegar un helicóptero para evacuar al herido.
Maniobra aérea de alto riesgo
En un vídeo difundido por la Guardia Civil, se observa cómo la aeronave maniobra con gran precisión a escasos metros del risco, permitiendo que los rescatistas pudieran alcanzar al escalador y asegurar su traslado. Tras una operación complicada, el hombre fue evacuado sin que se produjeran más incidentes y posteriormente trasladado al Hospital San Jorge de Huesca, donde recibió la atención médica necesaria.
Este rescate se enmarca en un contexto de creciente actividad en las montañas, lo que ha disparado el número de accidentes. Los datos recopilados por la Guardia Civil en el primer semestre del año muestran que se han llevado a cabo 470 rescates en montaña a nivel nacional, con un balance de 74 personas fallecidas y 280 heridas. En la provincia de Huesca, los accidentes mortales ya suman 26 víctimas, superando las 17 registradas en todo 2023.
Cambios en el perfil de los accidentados
En una entrevista con EFE, Jesús Guillén Esparza, jefe de los GREIM de Huesca, explicó que el perfil de las personas accidentadas en la montaña ha experimentado un cambio en los últimos años. Según Guillén, actualmente la mayoría de los afectados son hombres de entre 40 y 50 años, y se ha detectado un aumento de casos entre personas mayores que, tras jubilarse, deciden iniciarse en actividades de montaña.
La recomendación de los expertos es clara: equiparse adecuadamente, planificar bien las rutas y no subestimar las dificultades del terreno. Además, se aconseja no ir solo y comunicar siempre la ruta a familiares o amigos. En este caso, la rápida intervención de los equipos de rescate evitó un desenlace más grave, pero queda claro que la montaña sigue siendo un entorno que demanda respeto y precaución.

